Por volverte a ver [Completa✔]

Treinta y tres

Actualización 1/3. 

Fernando

Después de esa tarde, en la que confirmamos el embarazo, puedo afirmar que mi vida se siente diferente. Mentiría si dijera que no tenia una sospecha sobre lo que sucedía con Bárbara, creo que era más que obvio luego de esa noche de mi cumpleaños. Un montón de pensamientos invadieron mi cabeza en ese instante: la salud de ella, el desarrollo del bebé, pero sobre todo si seré un buen padre. Claro, nadie tiene un instructivo para ser un buen padre, todos somos inexpertos en ese tema. Aun así tengo un poco de miedo.

Para darles la noticia a nuestros padres, organizamos una cena en la que les dimos el anuncio de una forma especial. Estábamos demasiados nerviosos, pero salió mejor de lo que esperábamos. Contrario a lo que imaginábamos, nuestros padres están completamente felices por el bebé que viene en camino, además de nuestros hermanos e incluso nuestros amigos. 

Ahora que lo pienso, será el primer nieto, el primer sobrino tanto con nuestros hermanos y amigos. Sin duda será muy consentido.

El día que la acompañé a su primera consulta estábamos emocionados, lo único en lo que pensábamos era verlo a través de una ecografía y lo hicimos, además de escuchar recomendaciones de la doctora. Es curioso ver cómo un ser tan pequeño crecerá con el paso de tiempo hasta tomar la forma de una pequeña personita. Aun así es emocionante, y no voy a negar que ya quiero ver a Bárbara con su barriga.

Ahora estamos a solo una semana de ese gran día, todo está pasando demasiado rápido y sin darnos cuenta nuestra boda está a la vuelta de la esquina.

Hoy me encuentro en el departamento revisando los últimos detalles de la boda. Me han dado días de descanso en el trabajo para que pueda sentirme más tranquilo antes de ese día. Seguro lo hacen porque saben que cuando regrese de mi luna de miel comenzarán los trabajos para el proyecto en el que tanto hemos trabajado.

He terminado de organizar todo, ya está listo cada detalle. Cuando necesito más tranquilidad, una voz conocida entra al departamento, se trata de Marcos, trae consigo una botella de tequila. Desde que se enteró de la noticia de que seré padre está insistente que hay que celebrar tal acontecimiento como él lo llama.

—¡Hola, mi querido amigo! —me saluda con una sonrisa.

Lo veo que deja la botella sobre la encimera de la cocina mientras busca un par de vasos tequileros que adquirí hace meses en un viaje a Guadalajara.

—Qué hay. Veo que has traído contigo a tu inseparable amigo —le digo desde mi lugar en el sofá mientras me mantengo recostado.

—Fer, desde hace días he estado insistiendo en que debemos celebrar tu próxima paternidad. En verdad amigo, estoy feliz por ti. —Después de tanto buscar encuentra los vasos y camina hasta donde me encuentro con la botella en la otra mano.