Treinta y cuatro

1.4K 140 1
                                    

Actualización 2/3. Hay otro antes por si te salió primero este. 


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Bárbara


Hoy me he despertado sintiéndome una mujer completamente nueva, lista para todo lo que se aproxima. Al momento de ver hacia la ventana me doy cuenta de que ya amaneció, hoy es un día diferente a los demás. Es totalmente especial.

Hoy es nuestra boda, el día que más he estado esperando desde que comenzamos a planearla.

Se supone que a esta hora de la mañana debo comenzar a sentirme demasiado nerviosa, que tal vez debo de tener una crisis de histeria por estar al pendiente de que todo saldrá bien en este día. Lo único que siento es emoción y ansiedad de que llegue el momento de decir el tan esperado «acepto» en el altar frente a todos al lado del hombre que amo.

Me remuevo una y otra vez en mi cama, doy un último vistazo a mi habitación. Mi armario está casi vacío, todas mis cosas personales las he llevado a donde será nuestro nuevo hogar. Hace pocos días renuncié a la empresa donde trabajaba ya que el estudio está completamente al cien y he tenido trabajo en estos días. Y gracias a la ayuda de las asistentes que Fernando me contrató todo marcha de maravilla.

No puedo evitar ponerme un poco nostálgica ya que me iré de la casa de mis padres y ya no los veré tanto como antes. Pero es momento de comenzar una nueva etapa y darle la bienvenida a este bebé que viene en camino. Por cierto, aún no se nota y mi vestido no tuvo tantas modificaciones como pensaba. Ayer por la tarde vino Fer y no dejaba de tocar mi vientre, le emociona el hecho que cuando pasen las semanas comenzara a crecer más y más hasta que ya no pueda conmigo misma.

Estoy tan tranquila en mi cama, teniendo un momento de paz antes de que comience el caos de este día. De pronto comienzo a escuchar que alguien toca en repetidas ocasiones a la puerta, sin darle mi autorización veo que Dacia entra y se deja caer a un costado de mí.

—¡Bárbara, hoy es el día!

—¡Ey! Ten cuidado —le pido, nos vemos y comenzamos a reír.

—Dime, ¿te sientes nerviosa? —Niego mientras le doy una sonrisa—. Vaya, creo que eres la primera novia que no se siente así en el día más importante. Por lo regular, en los programas que veo sobre estos casos, las novias están a punto de desmayarse, incluso están vomitando.

—Creo que se debe a que he aprendido a controlar mis emociones en los últimos días.

—Eso es bueno, y más por tu condición. Dime, ¿cómo se siente mi sobrino en este día?

Cambia el tono de su voz al momento de acercarse un poco a mi vientre y hablarle. Admito que me siento un poco rara, pero seguro lo hace por la emoción que dentro de unos meses será tía.

Por volverte a ver [Completa✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora