Actualización 4/4.
Fernando
Recibir los veintisiete años nunca fue tan genial como anoche, y parte de la madrugada. Jamás estuvo entre mis planes festejarme así, pero creo que salió mejor de lo que esperaba. Aun me mantengo acostado boca abajo, con la cabeza hundida en una de las almohadas, sintiendo una resaca que comienza a darme dolores de cabeza. Eso sí, no me arrepiento de nada.
Mantengo los ojos cerrados mientras escucho que alguien habla, es obvio que se trata de Bárbara. Supongo que habla por teléfono, abro un poco mi ojo derecho y apenas veo su silueta un poco borrosa. Vuelvo a cerrar los ojos, y cuando los abro ya no la veo a un costado de la cama donde se encontraba, de pronto, siento una punzada a un costado de mi cabeza. Caray, creo que esta resaca será más fuerte de lo que pensaba.
Giro mi cuerpo y dirijo mi vista hacia el techo, trato de enfocar mi vista lo cual logro poco a poco. Ahora, trato de recordar algo de anoche, todo llega en cuestión de segundos: el club, la pista de baile, la propuesta de Bárbara y después el momento en que llegamos al departamento. Y claro que lo siguiente está intacto en mi memoria. Esas dos horas serán inolvidables. Después tomamos una ducha y bebimos lo ultimo del vodka. Bien, es por eso por lo que mi dolor de cabeza aumenta cada vez más.
Estoy cubierto por una sabana, solo llevo la pijama de la parte de abajo y el abdomen descubierto. Supongo que ya es más de medio día porque el día está resplandeciente. Tomo mi teléfono para verificar la hora y confirmo que son casi las dos de la tarde. Creo que dormimos bastante bien.
Escucho que se abre la puerta de la habitación, y claro que se trata de Bárbara. Lleva puesta una pijama color celeste con estampado de nubes, además de llevar el cabello recogido en un moño alto. Se ve linda así.
—Buen día —me saluda y se deja caer a un lado mío—. Dime, ¿dormiste bien?
—Mejor de lo que piensas. Aunque, siendo sincero, me arde la espalda.
—Creo que me pasé un poco la raya. Pero ya estamos a mano —dice mientras desabotona la blusa de su pijama—. Mira cómo me dejaste.
Veo que la he dejado con varias marcas a la altura de sus pechos. Algunos con pequeños, y otros son grandes.
—Sí, bueno, también me pasé de la raya.
—Por suerte no se me verán
—Oye, ¿quién te llamó? —inquiero con curiosidad.
—Mi madre. Le he dicho que llegaré en un par de minutos más a casa. Al parecer Dacia aún no se despierta, es lo que me ha dicho Isela.
—Supongo que se la pasó muy bien anoche.
—Demasiado —asegura y los dos reímos—. Para ser su primera salida a un club no estuvo nada mal.
—Y será la primera de muchas —menciono mientras me siento en el borde de la cama, estirando mis brazos hacia los costados—. Oye, ¿qué vamos a desayunar?
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Por volverte a ver [Completa✔]
RomansaFernando y Bárbara son polos opuestos, muy difícilmente podían coincidir en algún momento en la vida, pero por ordenes del destino sucedió. • • • • • • Él, sentía que su vida se acababa poco a poco. Ella, estaba buscando una sal...