Por volverte a ver [Completa✔]

Veinticinco

Actualización 3/4 por si te salió primero este.

Fernando 

Son las siete en punto de la noche, por el día de hoy el trabajo ha terminado, observo por el ventanal de mi oficina y todo está completamente oscuro.

La noche es cálida, lo normal cuando casi está por llegar la primavera en este mes de marzo. Todo se ve bien desde aquí, incluso las luces de los autos de la ligera carga vehicular que está en la avenida principal del centro de San Pedro. Hoy fue un día tranquilo a comparación de otros debido al trabajo que tendremos durante todo el año. No me quejo, esto es bueno para todos los que laboramos aquí.

En ocasiones, cuando me siento demasiado estresado, siempre contemplo un poco lo que hay afuera desde mi lugar. Reclino mi asiento y me pierdo un momento entre mis pensamientos. Hoy es la excepción, solo estoy meditando en algunas cosas que he pensado en estos últimos días.

Durante esta semana me he quedado hasta un par de horas más en la oficina, tanto que no tengo mucho tiempo de ver a Bárbara. Pero eso no es impedimento de no ir a sus juegos y apoyarla, así como ella comprende todo esto.

Estoy consciente de que solo faltan dos semanas para su cumpleaños. Se supone que tengo que comprarle un regalo y tengo uno en mente. No es cualquier cosa, es algo que significa mucho. Lo he pensado bien y no tengo la menor duda de que lo haré.

—¡Al fin! Es hora de irnos.

Justo cuando estoy en el punto donde mis pensamientos se apoderan por completo de mi mente, la presencia de mi hermano me toma por sorpresa. Doy media vuelta y lo veo entrar feliz mientras camina con lentitud.

Desde hace una semana comenzó a trabajar en la empresa, ya que está por graduarse dentro de unos meses y necesita un trabajo para poner en práctica la carrera que está estudiando. Así que papá le dio una oportunidad más de integrarse a nuestro equipo de trabajo y hacer bien las cosas.

—Te veo muy tranquilo. Espera a que comience el trabajo para los próximos proyectos de este año y el siguiente, y no saldrás de aquí hasta media noche.

—¿Es en serio lo que dices? —pregunta preocupado mientras se deja caer en el sofá que tengo a un lado del ventanal, ya es costumbre verlo ahí antes de salir de este enorme edificio. Su rostro de felicidad cambió a uno de total preocupación.

—No, es solo para asustarte —sonrío y él entrecerró los ojos, tratando de lucir molesto.

—Lo sabía, solo estaba comprobándolo. —Se apoya sobre el respaldo del sofá llevando ambas manos detrás de la nuca—. Siendo sincero, siento que no me estresare demasiado en este lugar, todo está tan tranquilo en estos días.

—Te recomiendo que no te confíes, todo puede cambiar de un momento a otro. Te lo digo por experiencia en los años que llevo trabajando aquí.

—Bien, seguiré tu consejo. Oye, me gusta tu oficina, es tan amplia —dice y comienza a observar mi espacio de trabajo—. ¿Cuándo tendré una así? Pienso que la mía es muy pequeña, que necesito más espacio para poder trabajar mejor.