-Medicina-

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-Necesito medicamento para... mi celo-.
Tenía la mirada clavada en la mesa y las mejillas calientes, era un adulto y aún así le daba corte hablar del tema, siempre había tenido problemas con la gente por que su rango y su comportamiento no encajaban en el estándar.
-Bien, solo hay un problema, no contamos con antecedentes médicos, por lo que no sabemos que tipo de supresores son los que solían recetarle ¿podría facilítame esa información?-.
-No, lo siento, no la tengo-.
En la huida lo último que había pasado por su cabeza eran los papeles médicos.
-Correcto, en dado caso vamos a tener que realizar algunos exámenes para poder determinar el tipo de supresores que mejor le vengan-.
-Vale-.
El doctor tomó el teléfono y realizó una llamada a enfermeras.
-Solícito materia médico en el piso tres, sala cuatro...Si, soy el doctor muerte-.

Gustabo pasó al consultorio donde una omega le atendió, tras leer sus expedientes procedió a un examen físico.
-Altura de un metro setenta, peso correcto-.
La mujer le mando sentarse sobre la camilla.
-Es un omega bastante saludable ¿Ha considerado tener cachorros?-.
-No señora-.
-Una pena, suba a la camilla y recuéstese boca arriba-.
Lo hizo y la doctora comenzó a pasar las manos por encima en búsqueda de anormalidades, después utilizó el ecografo pasándolo por su vientre.
-Según los antecedentes usted estaba consumiendo una dosis de 100 gramos de O-400 al mes, lo cual es una dosis bastante elevada ¿Ha presentado complicaciones en los últimos celos?-.
-No-.
-¿Malestares o des balances?-.
-Emmm... algunos-.
-¿Ha hecho algún cambio en el consumo del medicamento?-.
Gustabo se mantuvo en silencio unos segundos y luego asintió
-Dos tabletas a la semana-.
La cara de la doctora de deformo en un gesto de desagrado y pánico.
-¿Es consciente de lo peligroso que es consumir esa cantidad de compuesto Ox?-.
-Lo se, pero mi trabajo requiere que...-.
-Lo lamentó pero no puedo suministrarle más supresores; al menos no de ese tipo-.
La mujer se puso en pie y comenzó a rebuscar entre los anaqueles.
-Esta es una opción menos agresiva, no tiene la misma manera de trabajar que su antigua medicación, pero será suficiente para cubrir aromas, reducir dolores y controlar el lubricado, aún así le entregaré un permiso firmado para que se le de incapacidad durante los días que dure su celo-.

¡Si, superintendente!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora