¡Si, superintendente!

-Midiendo-

-Entonces ya sabe que eres...-.
-Si-.
-Bueno, solo quedó yo-.
-Le dará un infarto al abuelo-.
-Ya ves-.
Se quedaron juntos esa noche, Gustabo ayudando tanto como podía a controlar los síntomas de su hermano, levantándose cada tanto a cambiar los trapos húmedos para su temperatura o trayéndole agua para evitar que se deshidratara.
Decir que durmió era exagerar, dormitó un par de horas, Horacio era verdaderamente complicado cuando estaba en celo.
Entró al cuarto donde esté dormía hecho una bolita en su cama, el tenía que trabajar así que dejó un mensaje donde avisaba que volvería para la hora de la comida.
Salió del departamento cerrando bien la puerta, bajo por las escaleras para evitar a las personas del elevador y una vez en planta baja se topó con el comisario, le miró de arriba a abajo, preguntándose que mierda pudo haber visto su hermano en el.
-Gustabo debería estar en comisaría, va tarde-.
-Lo se-.
-¿Donde está Horacio?-.
-Horacio se siente mal, no vendrá conmigo hoy-.
Volkov se acercó más notando el aroma que Gustabo desprendía,  estaba el limón que ya había olido en el hospital, pero también había un toque muy dulce en el, algo que en el hospital no había captado.
-¿Necesita algo más?-.
-10-5 apresúrese a comisaría-.
Salió hacia su Audi cosa que no le fue permitida ya que el cuerpo del Oficial Greco se atravesó en su camino.
-Hola-.
-¡Greco!-.
-Pasaba por aquí y te vi ¿Te llevó?-
-Bueno, gracias-.

Ambos caminaron hacia el auto de Greco quien al llegar le abrió la puerta para luego ponerse al volante.
Hablaron durante todo el camino a comisaría.
-Dormite un par de horas, pero tenía que pararme de vez en cuando para ver que Horacio estuviera vivo-.
-¿Saben que tiene?-.
-Nada grave, seguro lo pillo por la calle, ya lo conoces-.
Aparcaron y entraron al edificio, encaminándose a los vestuarios.
¿Y con quien vas a patrullar?-.
-Ya veré quien está disponible, primero me voy a armar y eso-.
Gustabo se retiró la ropa de civil y usó la llave que el superintendente le había dado, abriendo su taquilla y sacando el uniforme de policía.
Se lo colocó notando como este le quedaba algo flojo, tendría que hablar con Conway para que arreglaran eso, trataba de pensar en otras cosas para ignorar la mirada de Greco, de reojo había notado como el mayor ya había terminado con su uniforme y que solo estaba de pie junto a las taquillas.
-¿Greco?-.
-Vamos a patrullar-.
-Pero...-.
-Venga, te dejaré poner la radio-.
-Así si-.
Pasaron directos a la armería donde se encontraron con Volkov y Conway.
-Buenas superintendente-.
Conway solo gruño ligeramente como respuesta.
-Comisarió-.
-Greco-.
-Buenas, abuelo-.
-Capullo ¿Donde está el otro Anormal?-.
-Horacio...-.
-Se encontraba mal, esta en casa descansando-.
Volkov que había interrumpido, irritándole un poco.
-¿Que tiene el mariconetti?-.
-Nada grave, solo fiebre-
Ahora Greco ¿Que cojones? ¿por qué respondían por el?
-Mariconetti, entonces vas a...-.
-Vamos a hacer un 10-33-.
-¿Ah si?-.
-Horacio no está, así que Gustabo no tiene compañero y me ofrecí a patrullar a su lado-.
El ambiente comenzaba a tensarse y el aroma a canela se hacía cada vez más presente, casi cubriendo el aroma a romero y sal que tenía Greco.
-Bueno, vamos tarde. Buen servicio abuelo, volkov-.
Salió arrastrando al Greco para que dejaran de apestar.
El alfa a su lado estaba que echaba rayos, apestaba todo el sitio y le estaba colmando la paciencia al menor, quien no dudó un segundo antes de empezar a hablar y a distraer al oficial, hizo uso de su pico de oro e hizo que poco a poco la rabia del oficial se disipara.