¡Si, superintendente!

-Sugar baby-

Internamente se estremeció ante el sobrenombre, recordando la línea de su sueño húmedo "¿Esto es lo que quieres? Mariconetti" le recorrió un escalofrío y tuvo que cerrar los ojos ante el tirón que sintió en su vientre bajo; volvió a anotarse mentalmente que debía ir al hospital a por el medicamento para su celo que estaba próximo.
El superintendente les hizo subir al patrulla para llevarles a comparar un jodido traje y para hacerles quitar la cresta y el bigote de panoli.
Se detuvo frente a la tienda más cara de la ciudad, arrastró a los sus nuevos "agentes" y les dejó un segundo para que escogieran.
-Superintendente ¿Podría... ayudarme a escoger un traje?-.
Le había costado un poco pedírselo, pero debía admitir que el no tenía ni idea de vestimentas, no acostumbraba a tener la opción de elegir si ropa y una vez la tuvo tampoco le importo tanto, al fin ¿a quien coño quería impresionar? Pero en este caso si que quería verse bien, aunque no lo admitiría en vozalta nunca, quería verse bien para el trabajo y para Conway...
-Papu va a enseñarte cómo-.
Parecía que al alfa le encantaba soltar esas frases de manera fortuita, cosa que en el estado actual de gustabo no era muy beneficioso, mientras el súper buscaba prendas de vestir para el más bajo, este se encontraba paniqueando en el vestidor, los supresores estaban fallando y se sentía muy débil a la vez que afiebrado.
Cerró la puerta con seguro y se sostuvo como pudo de la pared, respirando con dificultad y quitándose el abrigo rojo.
-Prueba esto-.
-S...si-.
Recibió la ropa por arriba de la puerta y se la puso como pudo.
-La corbata no me queda bien-.
-Y una mierda, el traje debe de llevar corbata-.
-Si, p...pero esta no-.
-Ire por otra-.
Suspiro cuando dejo de sentir su presencia tras la puerta, aunque la canela seguía en el aire.
Empezó a recordar lo que solía hacer cuando tenía esos síntomas, respiro con calma, y dirigió sus pensamientos a otra cosa; poco a poco los calores disminuyeron y se pudo poner en pie, se deshizo de la corbata que le quedaba fatal y la dejó en el probador.
-Prueba esta...-.
Pasaba la corbata por encima de la puerta cuando sintió un aroma dulce que se desvaneció rápido, Conway intento aspirar mas por la zona en busca de la fragancia sin saber exactamente por que; la puerta del probador se abrió mostrando a un muy formal Gustabo, la verdad no se veía tan mal con el conjunto, pero eso no le importaba realmente, Gustabo quería salir corriendo de la tienda a su casa para encerrarse lejos de todo y todos, se miró rápido al espejo y sin pensarlo mucho dijo que ese traje estaba bien, minutos más tarde salió Horacio, parecía un mafioso, pero no era momento de discutir, le dijo que el traje le quedaba bien y que estaba guapísimo a la vez que le hacía señas de que debían irse.
El superintendente estaba satisfecho con el cambio, solo le faltaba la cresta y el bigote de mierda, se acercaron a la caja para pagar, extendió la tarjeta para pasarla por ambos cambios ante las miradas sorprendidas de Horacio y Gustabo.
-Gracias superintendente-.
-Ahora...-.
-Tenemos que irnos-.
-Es una urgencia-.
-Vale nenazas, pero mañana os quiero ver sin ese corte de mierda, y el bigotito de hitler se va-.
-Vale superintendente, nos vemos mañana-.