One Shots Jori

Obsesivo Amor

Aviso no tan importante pero si alertador.

Antes de leer les aviso que es demasiado distinto a los demás y que no se si será de su agrado, espero no haberla regado. 👉👈

—Me alegra verte Jadey, hace mucho que no tienes tiempo para tu vida social— bromeó la pelirroja.

—Lo sé, pude hacer un pequeño hueco porque uno de mis pacientes canceló— se llevó algo de ensalada a la boca.

—¿Y se encuentra bien?

—Si, sólo que tenía que atender una auditoria en su empresa de imprevisto por lo que me pidió aplazar la cita, así que se lo agendé para dentro de dos días.

—Ya veo.

—¿Y tu como vas?

—Este fin de semana se casa una de mis clientas habituales, estoy vuelta loca con los retoques del vestido—dirigió sus pequeñas manos a su cabeza.

Cat Valentine era la mejor diseñadora de modas de todo New York con alto reconocimiento a sus tan solo 23 años, edad que compartia con su mejor amiga de la infancia y una de las mejores psicoanalistas Jade West.

—Te quedará bien como todo lo que haces digo en cuestión de moda porque debes admitir que en todo lo demás eres una completa boba.

—Eso espero— hizo una mueca la mas pequeña — también espero hacer pronto el tuyo ¿Andre no te ha pedido matrimonio aún?

La ojiazul por poco se atraganta con su comida, dió un pequeño trago al agua y negó.

—Jeje, calmate, no puedes morir antes de ese gran momento— se balanceó la chica en su asiento jugando con su cabello.

—Como sea, estamos bien así ademas yo también estoy esperando tu boda con Beck, esa si será "La boda del año" la gran diseñadora Cat Valentine y el super modelo Beck Oliver promete ser muy mediático.

—Debimos de haberlos invitado —se lamentó la pelirroja —también a Robbie y Burt.

—Será para la otra, ya te dije esto fue de imprevisto.

—¿Y tienes más citas o ya estas libre por hoy?

—Tengo una nueva paciente, me la canalizaron la semana pasada, hoy comenzaré la sesión de reconocimiento, tengo entendido que sufre codependencia, alucinaciones y ansiedad o es lo que por el momento le han diagnosticado.

—Ya veo, pobre de ella al caer contigo, eres muy gruñona a pesar de ser terapeuta— comentó temerosa.

—No hago nada que no se merezcan.

—Si tu lo dices.

Terminaron su comida para después dirigirse cada una a sus oficinas.

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Las sesiones de terapia eran de entre 45 minutos a 1 hora, consistían al inicio al ser paciente nuevo en preguntas básicas para después de 3 sesiones irse adentrando en la profundidad del subconsciente.

Jade estaba sentada en el sofa que daba por suyo dentro del cubículo, esperó la hora indicada para su siguiente sesión. Fue entonces que una mujer aproximadamente de su edad, delgada, piel morena, ojos y pelo castaño se quedó parada al otro lado de la puerta.

—¿Doctora West?—preguntó con voz baja pero firme.

—Así es ¿eres la señorita Vega?—la chica asintió —adelante— Jade le señaló la otra pieza de sillón que se encontraba delante de la suya, la chica pasó y Jade se paró a cerrar la puerta —Bien, Victoria Vega— leyó la pelinegra entre sus apuntes— ¿Cómo te gusta que te digan?