Ultimatum: Él O Yo.

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—Chicos ¿qué les parece si mañana hacemos algo?— preguntó André.

—Sipí— pronunció alegre Cat.

—Si a mi también se me antoja hacer algo— se inclinó hacia enfrente Beck.

—Pues yo no tengo nada que hacer así que acepto— Ése fue Robbie.

—Las chicas de Northdrich ya me aburrieron así que yo voy— comentó Rex.

—Yo no iré— se negó Jade.

—Pero amor, salgamos con nuestros amigos.

—Ve si eso quieres Beck, yo no quiero y no iré—Tomó su bolso y se fue.

Ni se te ocurra ir Vega

Fue el mensaje que recibió Tori antes de dar su respuesta.

—Creo que yo tampoco podré ir— frotó sus manos en el pantalón— lo siento chicos.

—No te preocupes morenaza ya será para la otra.

¢¢¢¢¢¢¢

—Jade deberíamos de ir a con nuestros amigos— sugirió Tori extendiendole un vaso con limonada rosa a Jade.

—Vega, te quejas de que no tenemos tiempo a solas y ahora que vi la manera de tenerlo también te quejas ¿no te cansas de quejarte?— tomó el vaso.

Tori se sentó a un lado de Jade y por costumbre volteo hacia las escaleras para después recargarse en el hombro de su no amiga.

—Pensé que no había nadie en tu casa.

—Y no lo hay.

—Entonces, ¿porqué miras hacia las escaleras?

—No lo sé, costumbre—Tori alzó un poco la cara para poder ver a la ojiazul— desearía no tener que ocultarnos más— plantó un pequeño beso en la mejilla de la otra joven.

—Tori, no empecemos con eso.

—Esta bien, gruñona— Tori sonrió quitándole el vaso de las manos a Jade.

Luego lo dejó sobre la mesa de centro mientras Jade seguía cada movimiento con su mirada, Tori entonces se sentó a horcajadas en Jade.

—Yo tampoco quiero hablar— dijo masajeando los senos de Jade.

—¿Y entonces que quieres hacer?— provocó mordiéndose los labios.

—Hacerte mía de la única manera en que me lo permites.

Tori comenzó a besar el cuello de Jade sin dejar de darle atención a sus senos, Jade por su parte posicionó sus manos en el trasero de Vega meciendolo para crear el roce entre sus cuerpos, Tori subió sus besos hacia el oído de Jade, donde mordió levemente para volver a hacer el mismo recorrido ahora solo con su lengua, Jade echó la cabeza hacia atrás y la morena bajó sus manos hacia el pantalón de la pelinegra, sus dedos se deslizaron lentamente hacia su objetivo y tocaron la puerta.

—No— renegó la pelinegra— no abras, bueno si pero aquí— volvió a meter la mano de la castaña a su pantalón.

—Jade, tengo que atender.

—A mí.

Tori iba a hacer caso cuando oyó las voces de sus amigos.

One Shots JoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora