One Shots Jori

Thing I didn't say (2)

—¿Tear me down?— Henry me preguntó cuando por la mañana le mostré las dos canciones que estaba decidida a grabar.

—Así es. Tienes razón debo hablar con ella, pero como soy una cobarde, mi forma de decirle que hablemos será con ésta canción, donde le digo que no importa que me destruya quiero saber su parte de la verdad.

—Ya veo ¿y you're my way?

—Eso, ella es mi camino, siempre volveré a ella, si me pierdo al levantar la mirada siempre estará ella, por lo menos eso significa ella para mí, aunque no sepa lo que significo para ella.

—¿Le mostraras el álbum antes de que salga?

—No.

—¿Estas segura que lo escuchará?

—André se encargará de que así sea.

—Ya veo.

Henry sonrió y me dio un abrazo tal como me lo daría mi padre, era un tipo de cuarenta y tantos, me sentía en confianza con él y Trina desde ese pasaje de mi vida no me había dejado sola por lo que me sentía sumamente arropada.

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Cat una semana después de que saliera el álbum me invitó a su casa, según el mensaje quería celebrar lo bien que había sido recibido el tema en el que cantábamos juntas, también se convirtió en uno de mis favoritos.

Llegué a su casa el portón se abrió automáticamente por lo que no tuve que bajar del auto hasta que llegué a la puerta la cual se abrió mostrándome la figura de Jade.

—Jade— bajé del auto totalmente sorprendida, mis piernas estaban temblando, creía que iba a vomitar.

Lo único que rogaba al cielo es que si votaba la comida no fuera encima de Jade.

—Le dije a Cat que te citara.

—¿Eh?

—¿Es lo único que dirás?— Soltó una pequeña risita incrédula.

—Yo— me aclaré la garganta, estaba nerviosa— ¿porqué?

—Es el lugar más alejado y seguro que conozco, ven.

La seguí a la parte trasera de la casa, donde se encontraba el delineamiento con el bosque, se sentó en el piso cerca de un árbol, hice lo mismo quedando frente a ella.

—Me gustó tu álbum— sonrió nuevamente tratando de acomodar el cabello que golpeaba su cara por el viento que hacía.

—Gracias— sentí el sonrojo en mis mejillas.

—En cuanto salió lo compré, suena ridículo pero estoy al pendiente de ti.

Eso me sonrojó aún mas.

—Yo... No se...— rasqué mi cabeza, estaba nerviosa— ¿Qué pensaste de las canciones?— tenía que preguntarlo, si o si.

—Que son para mí, excepto dos de ellas, esas que tratan sobre un chico, no me gustaron; son malas— supe que era una broma por el tono que usó.

—¿No?— no pude evitar seguirle el juego.

—En la que le dices que no puedes quererlo porque me amas a mí, es pasable.

No pude evitar carcajear ante eso.

—Las dos primeras me hicieron sonreir, pero después me aniquilaste cuando recordé lo atroz que fue nuestra primer experiencia en la industria— ella seguía sonriendo pero bajó su mirada lo que me hizo entender que en efecto le dolió.