One Shots Jori

Las cartas no son anticuadas.

Eran las 3:33 de la madrugada cuando Jade se levantó gracias a una pesadilla que no recordaba, lo único que pudo llegar a sus labios fue el nombre de la morena que tanto decía odiar: "Vega" susurró saboreando como si fuera el más dulce néctar cada una de esas cuatro letras. Miró el reloj y notando la hora y siendo erudita en temas ocultistas tomó una hoja de papel y su pluma favorita para hacer una carta, estaba decidida, ese nombre rondaba su mente lo tomó como señal, eran las 3:33 otra señal, era la hora perfecta para concretar y que sus decretos fueran escuchados por el universo.

Comenzó a escribir a diferencia de otras veces en que no sabia siquiera como comenzar a expresar sus verdaderos sentimientos, esta vez las palabras salieron disparadas de forma impresionante, tenía ciertos baches en los que no recordaba o no sabía que más decir, a ambas sensaciones: la inspiración y la falta de ella las atribuía a la hora que era. Creía que al ser de madrugada sus defensas estaban bajas por lo que su cerebro no filtraba la información y el hemisferio izquierdo se estaba dejando llevar.

Escribió todo aquello que recordaba al traer la imagen de la morena a su mente. Todo aquello que por una razón no había podido declarar, frustrada en momentos por no recordar cosas tal vez importantes y que tal vez fueran clave, aún así sonrió triunfante al terminar su redacción, dobló la hoja de papel y antes de guardarla volvió a revisarla 3 veces más era perfeccionista y eso ni a las 4:15 de la madrugada se le iba a quitar.

Volvió a sonreír satisfecha y guardó la hoja en un sobre color negro, decidida a dejarlo por la mañana en el casillero de la fastidiosa Vega.

Por la mañana checó 3 veces que el sobre estuviera en su bolso, subió a su auto con algo de nerviosismo y alegría, una adrenalina grata. Llegó a HA se dirigió al casillero de la otra chica y lo abrió, no batalló para saber la contraseña "tan predecible eres Vega" susurró y metió la carta en él, cerró y se fue de ahí, no muy lejos para poder ver la reacción de la castaña.

Al llegar Tori a la escuela de despidió de su hermana y fue a dejar sus cosas al locker que rezaba la frase "make it shine" buscó en su bolso los libros que no utilizaría aún para guardarlos, al dirigir su vista hacia el interior notó un pequeño sobre color negro, abrió los ojos sorprendida, y luego frunció el ceño como solía hacerlo al estar confundida.

Jade sonrió al recordar como decidió iniciar el saludo de su carta "Estúpida Vega" y eso fue lo primero que leyó Tori, su semblante cambió a uno de molestia, guardó el pedazo de papel y fue a su primera clase.

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Tori se sorprendió al ver ese sobre negro en su casillero ¿Quién y cómo había introducido ese papel en su locker? Lo tomó y al abrirlo con solo leer la primer línea lo supo, había sido Jade, eso lo explicaba todo.

Lo guardó en su bolso con algo de coraje, seguro Jade había planeado una nueva manera de molestarla, por lo que mejor evadió las ganas de leer la carta.

Las clases transcurrieron y Tori olvidó la pequeña sorpresa matutina, para su última clase, la de historia, sacó su libro ahora negro gracias a Jade, sonrió y negó, adoraba pensar en ella pese a todo, entonces recordó la carta y sin saber que esperar de ella un pequeño brillo iluminó su rostro, sintió algo de ansiedad por saber que era y comenzó a leer.

"ahí fue el momento en que todo se jodio para mi, el momento en que me jodiste, el momento en que me dí cuenta que jamás seríamos amigas porque bien sé que no puedo ser amiga de alguien con quien corría el riesgo de enamorarme.

Solo por atención te dejo el remitente :
La gran Jade West.

P. D. Si lo muestras para burlarte o chantajear te juro que te mato no me va a importar tu linda cara ni tus lindos gestos. ¿Entiendes?"

Una gran sonrisa dominó el rostro de Tori, se sentía realmente emocionada, algo en ella desde mucho antes le gritaba que Jade sentía lo mismo que ella pero necesitaba una prueba más contundente y ahora lo tenía, decidió responder de la misma manera, así que guardó su libro y fue a buscar a la ojiazul para pedirle el libro prestado con la excusa de que lo había olvidado, ambas actuando como si nada hubiera pasado. Tori se dirigió a su última clase al llegar a casa escribiría su respuesta.

Eran las 9 de la noche cuando Tori terminó sus tareas y se dispuso a hacer la carta con la que le diría a la pelinegra todo lo que la hacía sentir, puso la pluma en el papel y nada, no tenía idea alguna, espero un momento, tal vez tenía un pequeño bloqueo, salió a tomar un poco de aire fresco, se acosto de cabeza en el sofa, se hizo un rico chocolatito Belga y nada, no tenía nada.

Estuvo así un par de horas más, frustrada hasta que a las 11:00 lo logró, comenzó a escribir tratando de dejarle claro a Jade que sentía lo mismo y que ambas daban señales tan claras que ya no eran sólo señales sino gritos silenciosos que tal vez todos notaban y que era hora de sacar a la luz.

Al terminar su carta eran las 11:11 así que aunque sabía que no tenía la mejor redacción y que no era la mejor carta, sabía que esa hora era mágica y quizas le ayudaría a que todo saliera bien.

Colocó la carta doblada en un pequeño sobre violeta que encontró entre sus cosas y lo guardó en el libro, exactamente en la lección que estaba segura la maestra les daría.

Por la mañana le devolvió su libro a Jade agradeciéndole y se marchó a la clase de historia, que ése día compartían.

La maestra pidió a sus alumnos sacar su libro en la lección 7 del bloque 3, para su sorpresa Jade encontró un pequeño sobre violeta, trató de disimular su sonrisa y siguió con la clase aunque los nervios le carcomian por saber que decía la carta.

"Vega" habló Jade acercándose al casillero de Tori, había leído la carta y ahora sabía lo que tenía que hacer.

"Jade" dijo la otra chica pero antes de poder decir algo más la ojiazul la tomó por la cintura y la beso en los labios, un beso cargado de emociones ocultas por tantos años, un beso lleno de pasión y desesperación al cual Tori aunque al inicio sorprendida terminó cediendo ante los carnosos y suaves labios de la sexy pelinegra.

"Tu carta estuvo del asco, Vega." sostuvo Jade a milímetros de la boca de Tori.

"Pero te empujó para no tener miedo al éxito, West" contraatacó en un susurro la castaña para después volver a besarse, ahí en medio del pasillo frente a tantos ojos entrometidos, sorprendidos, algunos que otros prejuiciosos y otros totalmente felices ante aquella visión tan palpable del amor.

Holis.

Está sería como una tipo continuación de "Estúpida Vega" y "Querida y dulce Jade". No lo tenía planeado, de repente se me ocurrió dar contexto a las cartas entre ellas dos y esto salió; así que entonces está sería una parte que da lugar entre el momento en que a Jade se le ocurrió escribir, el momento en que Tori encontró y leyó la carta, su respuesta y lo que pasó después.

Chao. ✌️