One Shots Jori

Victorious En Disneyland

—Tori, Andre, Jade, Cat, Beck y Robbie, quédense un momento por favor—anunció Sikowitz al final de la clase.

—¿Que pasa viejo?— aventuró Rex.

—A ti no te quiero aquí Rex.

—Eso es discriminación, si me sacas te denunciaré con Helen.

—Robbie, si quieres saber lo que quiero contarles, Rex se tiene que ir.

—Pero, Rex es mi amigo y... Jade ¿porqué lo hiciste?— gritó el del afro puesto que la gótica aventó a Rex por la ventana.

—Gracias Jade— habló con tranquilidad el profesor.

—¿Ahora en qué nos metiste?— Jade se cruzó de brazos.

—¿Porqué preguntas eso? ¿cuando los he metido en cosas que no quieren?— dijo con nervios.

—Bueno, la vez de los diglibops— Comentó André.

—El desfile pro desfiles— ese fue Beck.

—Bien, bien, si me recriminarán todo lo que hago por ustedes entonces no les digo.

—Yo si quiero saber— sostuvo Cat estirando sus mangas.

—Siempre con el espíritu aventurero, muy bien rojita— festejó Sikowitz— les tengo una sorpresa — mencionó sentándose en el pequeño escenario, viendo expectante a sus alumnos.

—¿Sorpresa? — preguntó Tori.

—Así es Toro— gritó histrionico.

—¿Que clase de sorpresa?— volvió a preguntar Tori algo desconfiada.

—Iremos... A... ¡Disneyland!— gritó el loco de los cocos.

—¿Qué?— sonó al unísono.

—¡Yei! Iremos a disneyland— la pelirroja comenzó a picar la panza de André.

—Un segundo— comentó el moreno deteniendo los dedos de Cat — ¿a disneyland? ¿Porqué?

—Qué importa, conoceremos Disneyland— comenzó a cantar y brincotear la más pequeña.

—Debo admitir que hay veces en que quisiera ponerle un bozal a Cat y otras en las que quisiera que todos fueran como ella, hoy estoy con la segunda opción— reflexionó el hippie— Entonces ¿aceptan o no mi sorpresa?— asustó con un aplauso a los chicos.

—¿Podemos negarnos?— preguntó Jade.

—Por supuesto que no gruñona— se burló Sikowitz.

—Entonces, ya que.

—Vamos Jadey, será divertido, iremos con nuestros amigos a disneyland, no podemos pedir nada mejor que eso ¿porqué nos negariamos?

—En primera, no me digas Jadey y en segunda ese parque me recuerda mi infancia y ya les he dicho que odio mi infancia.

—Vamos Jadey nos divertiremos, ya verás— molestó Tori.

—Agh, y además tener que soportarte— lanzó el comentario a la morena— mejor me hubieras sorprendido con el dia de mi muerte— se dirigió al profesor.

—Jade deja de ser tan demoníaca— reprendió el mayor— bien, nos vemos el sábado en la explanada a las 6 de la mañana, iremos en mi vehículo por lo que será tardado, Robbie no puedes llevar a Rex por normas del lugar y no olviden traer ropa interior— y así con los chicos confundidos, Sikowitz salió por la ventana.

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El sábado a las 6 de la mañana emprendieron el camino a su destino de fantasía, fueron 1 día 11 horas de viaje cansado para llegar a Orlando.