One Shots Jori

Déjate Llevar

—Jadey, ¿estas lista?— Cat me preguntó desde la cama balanceando sus pies.

—Aún no— contesté aplicandome el eyeliner— ya no preguntes.

—Pero Robbie y André pronto vendrán por nosotras.

—Pues que se esperen, agh no quedó bien la línea— dije molesta— gracias Cat— comenté con sarcasmo.

—De nada— como siempre ignorante al mundo real.

Tomé el desmaquillante para volver a intentar delinear bien mis ojos.

—¿Qué le vas a regalar a Beck?— Cat no podía permanecer callada nunca.

—Una chaqueta de Jean con estampado de su banda favorita.

—Ya veo, yo le regalaré un shampoo y un acondicionador para el cabello.

—¿Y eso porqué?— no pude evitar reír.

—Se esmera mucho en tener su cabello lindo.

—Cierto— contesté acomodando el mío— No se si llevar éste vestido ¿tu que crees?

—Me parece lindo.

—Como sea, pensaba llevar un pantalón de cuero pero si iremos a una fiesta es mejor llevar vestido, tal vez encuentre una chica sexy y no hay tiempo que perder, el vestido es mas práctico.

—Deberías de dejar de tener sexo con cualquier chica que conoces.

—Hace mucho que no tengo sexo con nadie— volví a verme en el espejo.

—Si tu dices.

—Estoy lista, vámonos.

—Espera— su grito me tomó por sorpresa.

—¿Qué? ¡Casi me matas!— exclamé.

—Jeje, lo siento, tomemonos una foto antes.

—Cat.

—Vamos, Jadey.

—Bien, pero deja de decirme así.

—Sipí, por hoy dejaré de decirte así.

Después de tomarnos unas cuantas fotos salimos de mi casa, André y Robbie ya nos esperaban en el auto.

¢¢¢¢¢¢¢

—Feliz cumpleaños Beck— Cat corrió hacia él y lo envolvió en un abrazo.

—Wop, me atrapaste Cat— sonrió abrazándola.

Creo que si Cat no fuera lesbiana ella y Beck harían una pareja envidiable.

—Te traje un regalo que te va a encantar— Cat le mostró la bolsa y subió sus cejas dos veces de manera traviesa.

—Apuesto a que si— Beck tomó la bolsa, tratando de abrirla pero Cat no lo dejó.

—No puedes abrirlo aún.

—Okay, lo dejaré en la mesa con los demás.

—Sipí.

Los demás nos acercamos a abrazarlo y felicitarlo igual, dándole nuestros regalos.

—Que buena fiesta, viejo— André alagó, mientras se movía al ritmo de la música con las manos en sus bolsillos.

—Yo quiero bailar— Cat gritó, aun con la música su voz increíblemente se podía distinguir perfectamente.