COSECHARÁS CORAZONES

26. DAVID MUR VS DANIEL MOR.

VIOLETA

De nuevo Daniel me abrió la puerta y me dio la mano para que saliera. Solo que no me la soltó. De mi otra mano cogió mi bolso con la agenda y el móvil. Me prometió controlar mis llamadas.

Ahí estaba Jaime. Respiré hondo. El hecho de que fuese mi editor, hacía que sus flirteos, me incomodasen más aún. Además, no estaba acostumbrada a eso.

—No va a volver a tocarte. Nadie se acercará a ese cuerpo—me susurró Daniel.

—Estás pensando en nadie que no seas tú—bromeé yo.

—Estoy pensando en nadie que tú no quieras. Además, confiesa que te ha encantado mi besito.

— ¿Confesar?

¿Yo? JA

—Eres una bruja—rió— Deja que te abra la puerta. Yo llevo tu bolso.

¿Preparada?

—Sí.

El almuerzo transcurrió de forma fluida. Los dueños y dueñas de las librerías de la zona eran encantadores y parecía que les había gustado mucho la portada más moderna de la reedición de CC.

Hablamos sobre la próxima novela, sobre los paisajes de Australia, sobre mi vida allí, sobre las diferencias entre los personajes femeninos más clásicos y los de mis novelas, unas mujeres bastante independientes...

Entonces Jaime intervino. Sacó uno de los ejemplares de CC y leyó en alto la descripción de David, el personaje principal:

<<Mide cerca de 1.90. Tiene el pelo muy oscuro, aunque el sol del campo le tiñe algunos cabellos de un color más claro. Cuando lo lleva seco, parece un jovenzuelo porque siempre parece demasiado largo y se le despeina con facilidad. Pero, para ir al despacho de la bodega vestido con traje, de señor elegante, lo engomina y eso deja libre la visión de sus ojos turquesas adornados con unas tupidas pestañas negras. >>

—Querida, dinos la verdad—reclamó con una sonrisa.—¿Describes a Daniel en esta parte del libro?

—Jaime—comencé a decir— No todos los tipos morenos y de ojos azules de mis novelas son Daniel.

—Vamos—insistió— Estás en familia. No te vayas por las ramas. Estoy seguro de que David Mur es Daniel Mor. Ni siquiera te molestaste en buscar nombres muy diferentes. Además, te criaste en esas viñas, cerca de esa bodega—

Este cerdo  quería vengar de mi rechazo. Lo supe.

—Jaime—dije tomando el control de la situación—. Si te refieres a eso, sí. Daniel fue mi primer amor. Pero antes, fue mi mejor amigo. Nos criamos prácticamente juntos. Es de la misma edad que mi hermano mayor y siempre estaban jugando en casa. Solo que, Dani me hacía más caso que mis hermanos y me enamoré de él como una niña soñadora. La vida nos separó. Cada uno en una parte del mundo crecimos y amamos a otras personas. Yo tuve a mis hijos...

Traté de advertirle con la mirada. Pero su estupidez parecía no tener fin.

—No todas las cosas que leéis en mis libros o en los géneros de romance o chic lit han sido vividas por las escritoras ¡Sería agotador!—bromeé—.CC fue mi primer libro. Pero he escrito 11 más—añadí un poco molesta—

—Pero resulta que has vuelto al origen—puntualizó Jaime de nuevo—.CC se escribió muy cerca de aquí y Daniel y tú os habéis reencontrado—