Capitulo 4

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Me desperté con el sonido del despertador. Tenía ojeras bajo mis ojos y mis párpados me pesaban. No había tenido una buena noche. Me había despertado varias veces con pesadillas de recuerdos que fueron detonados con esa llamada.

No sabía cómo es que Luciano había conseguido mi número pero no quería saber nada de él. Quien le dijera que me encontraba viviendo en corea pagaba, y no precisamente con plata.

Luciano era mi ex novio y ex amigo. Con él habían pasado un montón de cosas. Éramos muy unidos y terminé enamorándome de él. Pero cuando estábamos de novios me di cuenta de que él era manipulador y que todo lo que yo creía que había hecho para ayudarme, solo había sido para alejarme de todos y solo tenerme para él; me di cuenta que me había alejado de mis amigos e incluso mi familia.

Cuando lo quise dejar me amenazó, me pegó, maltrato, entre otras cosas y yo con miedo dije que no me iba a ir. Lo que hice fue juntar información durante un tiempo y ponerle una denuncia. Pero hubo mucho tiempo en el cual viví una tortura constante. Como los mejores amigos de mi papá son abogados me ayudaron a conseguir una orden de restricción, cambié mi número y me refugié con mi familia y amigos que comprendieron lo que pasó. Y los que no comprendieron la situación, no eran verdaderos amigos, porque si lo hubieran sido hubieran estado para mí sin importar nada.

Otra de las razones por las cuales estaba feliz de haberme ido era porque iba a estar lejos de él. Pero esa llamada me había tomado por sorpresa.

Fui al baño a paso lento, me lavé la cara y los dientes. Me puse tapa ojeras puesto que sino daba miedo; Me vestí medio así nomás (jean, zapatillas, remera y buzo) y me preparé un café para ir tomando en el camino, ya que por mas que no era de mis cosas favoritas hoy lo necesitaba. Tomé mi cartera y salí en dirección a la agencia.

Una vez que llegué tuve las primeras dos clases y las di en medio modo zombi. Cuando dio la hora del almuerzo fui directo a la cafetería donde tomé algo de comer y me senté sin ninguna expresión en mi cara.

— ¿Se encuentra bien? —preguntó una voz a mi lado. Levante mi vista y me quedé de piedra al ver a Taeyong de NCT a mi lado.

— Eh... —no sabía cómo responder a esa pregunta. Solo me quede helada—. Si —dije sin salir de mi estado de shock. Él se sentó en frente mío con una sonrisa.

— Me parece que me conoces —dijo riendo. Yo asentí mientras lentamente una sonrisa se formaba en mi rostro.

— Si... Me encanta tu grupo, amo a todas las subunidades de NCT —dije toda colorada.

— Eso me alegra, supongo que sos nueva trabajando acá, no? —preguntó él. Yo asentí.

— Sí, empecé recién ayer —comenté mientras jugaba con una papa frita en el plato.

— Ya me parecía que nunca te había visto, excepto ayer, vos eras la que estaba tarareando y entró al ascensor ¿no? —comentó riendo—. Perdón si soy muy metido, pero hay veces que me gana la curiosidad.

— No pasa nada —dije sonriéndole—. Si era yo, perdón que no les mantuve abierto el ascensor, no me di cuenta —expliqué—. Además entré en cortocircuito modo fan y no sabía que me iba a pasar si se acercaban más —dije para después reír. Él soltó una risa.

— Se entiende, vos no sabes como estaba yo cuando conocí a los de Super Junior o las de Girls Generation por primera vez. Casi me desmayo de los nervios —dijo mientras reía. Yo lo imité.

— No sé como es que no estoy gritando o en el piso desmayada —aclaré yo. Él se rió conmigo.

— Sé que puedo sonar muy metido... pero... ¿Por qué estabas mal recién? Ayer te veías súper contenta, y ahora estás como... apagada —dijo él mientras apoyaba su cabeza en sus manos y me miraba atentamente.

A Pesar de Todo (Mark Lee, NCT, FanFiction )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora