Los años han pasado, Emily se ha distanciado de los hermanos Morgan pero aún sigue viendo a su mejor amiga Grace.
No podrá esconderse para siempre, todo ha cambiado, pero el amor no.
¿Que pasará ahora?
¿Aceptará lo que es más que evidente?
¿Regresa...
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Faltan solo unas horas para la cena, no se que vestido ponerme, tengo algunos estirados en mi cama para verlos mejor.
Al final me decido por uno.
Es de color vino tinto, hasta arriba de la rodilla, con escote en v.
Lo combino con tacones negros y un pequeño bolso a juego.
Siento que voy a desfallecer.
El pulso me va a mil.
Que más da Em, solo lo verás unas dos veces a lo mucho, tranquila.
Me maquillo sutilmente, un labial rosa a juego con mi piel, perfume y listo.
Salgo encaminándome hasta el ascensor, pulso el botón que me llevará hasta el estacionamiento.
Saco mis llaves y enciendo mi auto.
Aún no me acostumbro a manejar en la ciudad, digamos que lo hacía cuando estábamos en la playa, pero aquí es diferente.
**
Me estaciono en casa de los Morgan, he venido tantas veces y nunca sentí una emoción como esta.
Veo el auto de mis padres estacionado en la entrada.
Tomo aire para relajarme.
Bajo, acomodo mi falda y me acerco a la puerta.
Me abre Darci —Buenas noches señorita Emily—le sonrío.
—Buenas noches—me adentro en la casa.
Me guía hasta la sala donde se encuentran todos.
Por todos me refiero a TODOS.
Tía Clara se abalanza y me abraza —Emi, no tienes idea de cuánto te he extrañado—digamos que no la veía hace unos meses.
Correspondo su abrazo—Yo también— me suelta y lo veo.
Mi mente queda en blanco.
Podría decir que la edad le ha sentado tan bien, como hace para ponerse más bueno con el tiempo...
Trago grueso, sus ojos azules se posan en los míos.
Su mirada expresa algo que no logro entender.
Luce tan maduro, sus rasgos, su cuerpo es todo un hombre, mis piernas tiemblan, mi corazón late con fuerza, parece mentira tenerlo frente a mí después de tantos años y tantas noches pensando en él...
Tengo tantas ganas de correr y abrazarlo.
Le he extrañado mucho, tenerlo aquí en frente me hace bajar la guardia.
Recuerda lo que pasó
Mi conciencia decide hacerse presente, Grace se acerca y me saluda salvándome de parecer un maniquí.
