Los años han pasado, Emily se ha distanciado de los hermanos Morgan pero aún sigue viendo a su mejor amiga Grace.
No podrá esconderse para siempre, todo ha cambiado, pero el amor no.
¿Que pasará ahora?
¿Aceptará lo que es más que evidente?
¿Regresa...
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Narra Harry
— ¿Estás diciendo que la abuela apareció?— pregunta Grace emocionada.
— Así es, llamó y vendrá antes de tu boda — mi hermana da pequeños saltos como acostumbra desde pequeña.
— Solo faltaba ella — me abraza con fuerza y me limito a acariciar su cabeza — ¿En qué lugar está ahora? — me pierdo en mis pensamiento.
— ¿Estás bien? — pregunta al notar mi silencio.
— Sí, solo estoy algo cansado, está en las Bahamas — Darci entra dejando una jarra con jugo de frutas en la mesa del jardín — Gracias — le digo, ella asiente y sonríe.
— Me alegro por ella, yo haría lo mismo y huiría con la persona que amo — suelta un suspiro y enarca una ceja al verme — Hermanito, podrías engañar a medio mundo pero a mi no — tiene una mirada acusadora.
— Eso no funciona conmigo — pone los ojos en blanco y se separa de mi.
— Matt y tú se han vuelto aburridos, tal parece que la edad les afectó — sonrío y sirvo un poco del jugo en mi vaso.
— Solo maduramos, algo que no va contigo — le guiño.
— No me vengas con tus discursos idiotas — se cruza de brazos y me observa directamente — ¿Qué te pasa? ¿No eres feliz con tu nueva novia? — me mira divertida, sé por donde va su pregunta.
— No deseo hablar de eso ahora — mi madre aparece junto a Jannet y Lucy la hermana de Petter.
— Mi troll — Clara se acerca hasta mi, me levanto para saludarla.
— Hola — beso su frente, saludo a las otras dos mujeres, empiezan a hablar del buffet, y del lugar donde se llevará a cabo la boda, tal parece que será en uno de los hoteles resort de la familia Moretti.
Me despido y salgo en dirección a mi apartamento, veo llamadas perdidas y mensajes de Zoe, los ignoro pero al llegar la encuentro esperándome fuera.
No me agrada que sea tan insistente, aparco y viene en mi dirección resonando sus tacones en el pavimento.
— Mi amor — esto es exactamente lo que no me gusta.
— Hey — me bajo y cierro la puerta, me da una mirada de fastidio.
— ¿Esa es tu manera de saludarme? — acomoda su cabello el cual lo lleva suelto.
— No — le doy un beso corto en los labios.
— ¿Iremos a la cena organizada por tu padre? — pregunta y se acerca a mi cuerpo para tomar mi mano.
— Sí, claro está bien — lo último que necesito es una pelea con alguien que recién estoy conociendo.
— ¿Por qué no atendiste mis llamadas? — la ignoro y avanzo junto a ella subiendo a mi apartamento.
