Los años han pasado, Emily se ha distanciado de los hermanos Morgan pero aún sigue viendo a su mejor amiga Grace.
No podrá esconderse para siempre, todo ha cambiado, pero el amor no.
¿Que pasará ahora?
¿Aceptará lo que es más que evidente?
¿Regresa...
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Narra Emily
Estoy siendo trasladada en la espalda de Harry, los recuerdos golpean mi mente, cuando éramos pequeños le gustaba llevarme a cuestas y hacer carreras con Matt y Grace.
En este momento lo único que me importa es dormir.
Ya mañana me arrepentiré de todo.
Llegamos a la habitación, con dificultad logra abrir la puerta, entramos y me deposita poniéndome de pie.
Su cercanía empieza a alterar mis sentidos,dios así parece más ardiente, mi cuerpo lo reclama a gritos, tantos años sin sentirlo así... mis ojos lo buscan, nunca pensé que necesitaría tanto de alguien.
Que se sentirá volver a probar sus labios...
Aún recuerdo cada beso, cada caricia y como mi cuerpo reaccionaba ante su toque.
Después de ese momento de intimidad, es algo complicado...
Me acerco a él, acortando la distancia, dejándome dominar por las ansias de poseer al hombre que tengo frente a mi, no puede ser más atractivo.
Me observa detenidamente, por instinto muerdo mi labio inferior invitándolo a probar de mi boca, sus ojos se oscurecen.
— No me mires así — dice con voz grave.
— ¿Así como? — suelto un pequeño jadeo y lo noto tensarse.
— Sabes lo que estás haciendo — me acorrala en la pared su mirada me taladra llevándome a imaginar su cuerpo junto al mío.
Moriré si no me besa ahora ...
— No lo sé — lo miro divertida y sonríe por mi respuesta, el alcohol me pone estúpida.
Acomoda mi cabello detrás de mi oreja detallando mi rostro, el cosquilleo crece y un impulso me lleva a rozar mis labios con los suyos, en este punto ya no tengo conciencia que me haga razonar, se queda estático pero no duda en responderme, un beso lento haciéndome sentir nuevamente esa calidez, deseo y choques eléctricos pero ahora es duplicado por mil...
Profundiza el beso tornándose demandante, baja de mis labios a mi cuello soltando un gemido cuando su lengua toca mi piel, toma mis piernas y las envuelve en su torso.
Siento su hombría rozando mi centro, sus besos descienden a mis pechos llenándome de placer... Ese placer que solo él me hace sentir.
Sus manos van a mi trasero y lo mueve hacia delante provocando que nuestras partes se rocen aún más — Ah... Harry —decir su nombre entre gemidos después de tanto tiempo es aún más bueno de lo que pensaba.
— Eres tan sexy — sus ojos azules ahora son oscuros, encuentra mis labios nuevamente llevándome hasta la cama recostándome en ella.
Se sube quedando enzima de mi cuerpo, sus manos viajan a mis piernas acariciándolas, poco a poco se adentran debajo de mi vestido.
