🌊 19. Desastre

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Narra Emily

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Narra Emily

La luz empieza a molestarme, siempre olvido cerrar las cortinas, me remuevo en las sábanas, el olor a perfume masculino inunda mis fosas nasales, abro lentamente los ojos.

Maldigo al sentir el dolor de cabeza, ¿Dónde estoy?.

Miro mi cuerpo, llevo una camisa de hombre.

Entro en pánico, a un lado veo mi bolso y teléfono, lo tomo tratando de enfocar mi vista y ver la hora.

Mierda

Solo tengo minutos para alistarme y llegar a trabajar, veo llamadas perdidas de Grace y Cleo.

Inspecciono la habitación para encontrar la ropa que traía, todo luce perfectamente ordenado pero no hay pistas de mi vestido.

Me levanto tratando de buscar con quién pase la noche, abro la puerta y me encamino por un pasillo que da a un salón.

— Buen día señorita — una mujer de mediana edad aparece frente a mí, está vestida con uniforme.

— Buen día, ehh podría... decirme — mierda que vergüenza — ¿Dónde estoy? — la mujer sonríe.

— El Señor Moretti la trajo por la noche, me indicó que le diera su ropa limpia — me muestra mi vestido y me lo da.

Recuerdo quien es, pero hay partes inconclusas en mi cabeza...

— Gracias — lo tomo y voy directo a la habitación en la que estaba, abro una de las puertas que al parecer es el baño, entro y veo mi reflejo, y como supuse estoy hecha un asco.

Solo a mí se me ocurre dormir con un desconocido, bien no hay tiempo para arrepentirse.

Lavo mi rostro pero el maquillaje no logra salir por completo dejando por el contrario grandes marcas, me pongo el vestido y calzo mis tacones que están a un lado de la cama, tomo mis cosas para salir de la habitación.

Hago uso de la poca madurez que tengo y avanzo hasta la entrada a paso decidido.

— Señorita, aún no ha desayunado — la mujer vuelve a aparecer en mi campo de visión.

— Lo siento, yo... tengo que irme se me hace tarde — me observa por un momento.

— Por cierto lo olvidaba, el señor Moretti me encargó que le dijera que se quedó dormida en su auto y la trajo por que no sabía cuál era su dirección — suelto el aire.

— Gracias — me despido, al menos no pasó nada de lo que imaginé, nota mental no volver a tomar con desconocidos.

Salgo del apartamento, el recepcionista me mira extraño, y como no con la pinta que traigo, dios tragame tierra.

Hago parar a un taxi, le indico la dirección de la empresa y marco rápidamente el número de Cleo.

— ¿Hola?— contesta del otro lado.

🌊Tú, Mi Verano🌊 Libro #2/2 de Sol de Verano TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora