Los años han pasado, Emily se ha distanciado de los hermanos Morgan pero aún sigue viendo a su mejor amiga Grace.
No podrá esconderse para siempre, todo ha cambiado, pero el amor no.
¿Que pasará ahora?
¿Aceptará lo que es más que evidente?
¿Regresa...
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Narra Derek
Acomodo el cinturón de mi pantalón, dejo a la que fue mi acompañante esta noche, y la cubro con sus sábanas.
Me doy una mirada rápida en el espejo, tengo algunos chupones y rasguños en la espalda y cuello, maldigo y tomo mi camisa dejándola abierta para salir de la habitación.
Camino por el pasillo buscando el número de la mía, paro en seco cuando veo a Harry recostado en el marco de una puerta, Emily está envuelta en un albornoz y se levanta de puntillas para llegar a sus labios.
Contengo la risa, al fin ese idiota aceptó que la ama, ¿Cómo lo sé?, viajé a Inglaterra por un largo periodo, así que fui testigo de cada momento de Harry ebrio recordándola y llamando por su nombre a la mujer que lo acompañaba.
Era tan ciego que sobrio negaba quererla, se despiden y ella cierra la puerta, él se da vuelta con una gran sonrisa en los labios, hace seis años no lo veía sonreír de esa manera, da risa ver a un hombre de su tamaño caminando como cordero por las colinas.
Es por esa razón que prefiero no sentir, no pienso hacer el ridículo como Matt, James, Petter y ahora Harry.
Se gira en mi dirección, al verme su gesto cambia.
Empiezo a aplaudir y su rostro se llena de ira — Felicitaciones Harry Morgan — me acerco a él sin dejar de repetir las palmas.
— ¿Qué mierda quieres Derek? — pregunta tratando de esquivar el tema.
— Yo, nada, pero tú parece que tuviste un buen polvo o varios — lo analizo de arriba a abajo — Te quitaste unos diez años de enzima y tú aura amargada desapareció — le digo tocando mi barbilla — ¿Es que acaso podrías darme el truco? — noto la ira en sus ojos y carcajeo.
— Ni una sola palabra de esto a nadie, ¿Entendiste? — toca el puente de su nariz.
— ¿Porqué, tienes miedo que Rick Brown te deje sin descendencia? — suelta un suspiro.
— No pienso hablar de esto, así que sigue tu camino y hagamos como que esto jamás pasó, ¿Bien? — acomodo mi camisa y niego.
— Déjame pensarlo — palmeo su espalda y sigo mi camino.
Narra Grace
La estilista se pasea de aquí para allá, peina mi cabello en un moño recogido, mi vestido reposa a un lado y no puedo creer que el gran momento haya llegado.
Los nervios están a flor de piel, no puedo con tanta tensión, no he visto a Pitt desde ayer en la cena, tampoco he visto su traje, todo será una sorpresa...
Sam entra junto a Shopie y Emily, las tres miran mi reflejo en el gran espejo frente a mí.
— ¿Cómo está la novia en su gran día?— dice Sophie.
