Capitulo 3

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Luna de miel, acto que prefería saltarse el Omega que venía sentado atrás en el coche al igual que el Alfa que venía manejando.

El peli-azul venía viendo por la ventana del auto el paisaje, pensado en por que tenía que estar en el mismo lugar que este Alfa, miro su mano en donde yacía un anillo de compromiso. Cierto, eran esposos.

El auto se detuvo en frente de una hermosa cabaña. Jaebum salió primero del coche para admirar la cabaña y mirar a los lados en donde sólo se veían árboles; obvio estaban en el bosque. Youngjae también salió del auto viendo la cabaña no estaba tan mal como pensó, pero porque en un bosque, negó.

La cabaña sólo era de un piso pero era amplia, contaba con una cocina con las suficientes cosas para que sobrevivan esta semana y media los recién casados, también había una sala, un cuarto de baño y una habitación... una habitación.

- Entonces, yo dormiré en el cuarto y tu por ahí.

El mayor se rio por lo dicho.

- Ni en tu sueños mocoso, yo dormiré en el cuarto y tu mmm veamos, ahí- señaló al sillón.

Youngjae negó con la cabeza y también rio, ni loco iba a dormir en el sillón.

- Ni lo creas.

El peli-azul agarró su maleta y se dirio al cuarto. Jaebum quiso detenerlo para que no entrará al cuarto, pero sólo recibió un gruñido por parte del Omega.

- Ah es enserio, perfecto quédate con el puto cuarto, yo me largo.

El Alfa hizo a un lado su maleta y se dirigió a la salida de la cabaña. Youngjae al oir eso se sorprendió, ese idiota lo iba abandonar en medio de un bosque, salió del cuarto a toda prisa.

- Cariño, te doy el cuarto pero no te vayas.

Youngjae dijo aquello tratando de no morderse la lengua en el acto y tragando su orgullo. Jaebum sonrió al oir eso.

- Cariño, no gracias.

De un fuerte portazo cerro el auto el Alfa. La sonrisa forzada del Omega se borró cuando vio aquel auto irse.

- ¡HIJO DE TU... AHHHH! ¡REGRESA! ¡NO, MEJOR NO LO HAGAS QUE TE MATO!

Un viento fuerte movió las ramas de los árboles, asustado en el acto al Omega quien se abrazo a si mismo.

- Regresa tonto Alfa, no quiero estar sólo...

🌸🌸🌸

Im Jaebum suspiro mientras manejaba sin rumbo alguno, por que tuvo que casarse con un mocoso azul. Ah ya recuerda; para heredar la compañía.

El señor Im lo dejo sin escapatoria, era casarse para heredar la compañía o dejar que el futuro esposo de su hermanito Jinyoung lo heredará. Ni de broma, dijo en el momento, pero ahora ya no quería heredar nada.

Jaebum tenía veintiocho años no podia estar de niñero de un mocoso de veinte; que más bien era su esposo, pero este no lo veía así.

Regresa, nuestro Omega no puede estar ahí sólo.- dijo el lobo.

El pelinegro no hizo caso a lo dicho por su Alfa y siguió manejado, hasta llegar a un bar.

- Bien, vamos a divertirnos.

No quiero, yo me quiero divertir con mi Omega.

- ¡Cállate!- gruño.

Jaebum entró al bar importandole poco lo que decía su Alfa, el cual prefirió dormir que estar discutiendo con alguien idiota.

🌸🌸🌸

Youngjae se encontraba nerviso, no es que tuviera miedo o fuera paranoico, pero que tal si aparecía un animal salvaje o peor aún, si aparecía fantasma.

- Ese tonto de Im Jaebum, ahhhhh- removió su pelo.

Cerró todas las entradas posibles a la cabaña y se dirio al cuarto en donde también cerró la puerta con seguro. Se sentó en la cama y subió su maleta, al abrirla fruncio el ceño al ver lo que estaba adentro; ropa con poca tela y transparente, un consolador... que rayos era eso y por que estaba en su maleta. Agarró una nota que había encima "Con amor tu nana".

-Nana... tu también, pensé que eras la única que me apoyabas.- negó.

La nana de Youngjae era una mujer mayor que lo cuido desde pequeño, desde que tuvo uso de razón ella siempre había estado junto a el y ahora cuidaba del pequeño Yug. La madre de Jae falleció por una enfermedad poco después de que lo tuvo, así que su nana era su figura materna.

Empezó a buscar en su maleta cierta cosa, pero esa cosa parecía que no estaba.

- No, no, no, es una broma...

Tiro todas las cosas de su maleta en la cama, pero aún así, no estaba lo que buscaba. El Omega pego un gritó al ver que no estaban sus supresores; Youngjae recordaba perfectamente que los había metido a última hora al recordar que su celo estaba a la vuelta de la esquina y que sin ellos se iba a restregar como una puta a cualquier Alfa que estuviera cerca de el.

- Mi culo valió.

Se tiró en la cama viendo un punto fijo en el techo.

Si hay que dársela a nuestro Alfa- chillo de emoción el Omega.

- Ni de broma.

No te estoy pidiendo permiso, sólo te estoy avisando.

- ¡Ni se te ocurra! - se sentó de golpe para hablar con su Omega pero este ya se había dormido.

Sin más Youngjae suspiro y se fue a cambiar de ropa; ropa que había dejado su nana en la maleta, total no estaba el Alfa, así que, porque no.

Se acostó en la cama tapándose de cabeza a pies, tratando de dormir pero de un momento a otro cuando al fin el sueño se iba apoderado de su cuerpo, escucho un ruido muy fuerte, de algo romperse afuera de la sala. Youngjae chillo en bajo, ahí estaba el animal o peor aun el fantasma que lo mataría.

- Alfa, Alfa, Alfa.- empezó a repetir una y otra vez.

Tranquilo, soy yo pequeño.

El Omega al oir esa voz baja, casi susurró, se destapó y salió de la cama para acercarse a la puerta del cuarto para abrirla poco a poco, al hacerlo pudo notar ese aroma de café de su esposo. Youngjae salió del cuarto y lo pudo notar a costado en el sillón, dormido totalmente, se inclinó para ver su rostro pero en el acto fruncio su ceño y tapó su nariz. Jaebum apestaba a otros Omegas y también a alcohol.

- Puto Alfa.

Tanto como Youngjae y su lado Omega se sintieron molestos; se suponía que estaban casados y tenían que ser fieles a sus parejas, no ser infieles.

De un fuerte portazo cerro la puerta del cuarto el Omega.

Sinvergüenza || 2Jae ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora