Dolia, dolía; ¿Pero que había dicho nana? Youngjae no había entendido lo que había gritado su nana, sólo sabía que dolía y que necesitaba respirar.
- ¿¡Qué!? ¿¡Los bebés van a nacer!? ¡Hay que ir a un hospital!- gritó Jaebum alterado sin saber si correr a su auto o cargar a su esposo y correr hacia un lugar donde lo ayudarán.
- No hay tiempo para un hospital, el hospital más cercano es a cinco horas en auto.
Jaebum trago grueso, ahora se encontraban en medio de la nada y con su esposo a punto de dar nacimiento a sus hijos.
- ¿Entonces que hago?- pregunto mientras miraba a la nana de su esposo.
- Llevalo al cuarto- a punto al cuatro que se encontraba detrás de ella- yo voy hacer que nazcan sus bebés.- dijo mientras se remango su suéter, para después entrar al cuarto y empezar a buscar mantas y otras cosas que le servirían en el momento del parto.
El Alfa asintió ante lo dicho por la mayor. Se acerco al menor el cual seguía respirando algo rápido y con el ceño fruncido, lo iba agarrar del brazo pero recibió un gruñido por parte de este.
Youngjae no quería ser tocado por Jaebum.
- Jae... deja que te lleve al cuarto.
Youngjae levantó su rostro mirando fijamente a su esposo; ¿A qué vino? Se pregunto, ¿No debería de estar con su verdadero Omega? Fruncio más el ceño al sentir una contracción más y pronto sus ojitos se empezaron a llenar de lágrimas.
- Conejito, por favor deja que te lleve al cuarto, nuestros bebés van a nacer.
El menor asintió y dejó que Jaebum lo ayudará. El mayor rodeo la cintura de Youngjae con uno de sus brazos para asi llevarlo hacia el cuarto. Cuando entraron al cuarto la nana ya tenía todo preparado para dar nacimiento a los pequeños bebés. Youngjae fue acostado en la cama con la ayuda de Jaebum.
El Omega sabía que doleria mucho más de lo que había imaginado o había oído, pero las lágrimas que salían de el, no eran exactamente por las contracciones. Eran por esa persona.
- Jaebum, retirale los shorts.
El Alfa asintió acercándose poco a poco al Omega, esperando que este no le volviera a gruñir, pero eso no sucedió y le pudo retirar la prenda sin ningún problema.
La mayor, le seco el sudor que se había empezado a acumular en la frente de su niño. - Todo estará bien, tranquilo.- le dijo en susurró para tratar de tranquilizarlo un poco. Ella realmente no era una experta en ayudar a nacer bebés, pero sabía lo suficiente para hacer que nazcan con bien.
Youngjae mordió su labio tratando de ahogar su gritó al sentir como tronaban y se estiraban todos sus músculos de su cuerpo; - ¡Me voy a morir, me voy a morir!- gritaba internamente todo su ser. No podemos morir, nuestros bebés hay que cuidarlos. Hablo la Omega que por unos meses se había mantenida dormida.
- ¡No puedo nana!- gritó a todo pulmón, haciendo que Jaebum quien se mantenía a su lado se pusiera más nerviso.
- Si puedes.- dijo la mayor para así ponerse enfrente del menor para abrirle más las pierna, y fue ahí en donde solto un suspiro. Youngjae no estaba lo suficiente dilatado para que pudiera salir un bebé aún, todavía necesitaba dilatarse más, pero si se lo decía de seguro este iba a gritar que iba a morir.- Respira, yo voy a buscar unas cosas más.- dicho eso salió del cuarto.
Jaebum quien se mantenía quieto y mirando a su esposo sin decir palabra alguna, le sostuvo la mano. Youngjae al sentir la mano de su esposo lo volteó a ver.
- No lo hagas, no me sostengas la mano.
- ¿Por que no? Eres mi esposo y quiero hacerlo.
- Yo nunca fui tu esposo, joder esto duele- susurró lo último al sentir como trono un de sus músculos.
Omega yo t- el Alfa que se había dormido de igual manera que su pareja había despertado y quería hablar con su Omega, pero sólo obtuvo un gruñido haciendo que bajará las orejas y metiera la cola entre las patas.
- No digas eso, sólo tu has sid-
- ¡Que no! ¿Que haces aquí? ¡Vete con el!
- ¡No me voy a ir! ¡Te guste o no aquí me voy a quedar a tu lado!- dicho sostuvo con más fuerza la mano de su esposo.
Youngjae al oir eso gruño pero eventualmente su gruñido se fue apagando haciéndolo ver como alguien frágil y pequeño, que lo llevo a romper en llanto.
-¡Nana!- gritó en un hilo de voz.
La nana al oir el llamado de su niño entró de nuevo al cuarto para encontrarlo llorando, miro a Jaebum con enojo, para después acercarse y volver a mirar por las piernas del menor, y se encontró con que ya estaba listo para dar nacimiento a su primer hijo.
- Ahora Youngjae, quiero que pujes.- el nombrado negó, tenía miedo más que todo.- Puja o si no tus bebés pueden morir.- y fue ahí en donde el menor tembló y negó repetidas veces, no quería perder a sus bebés. Obedeció.
Youngjae pujo y pujo, sentía que la fuerza lo abandonaría o que se desmayaria, pero sentir el agarre de la mano de Jaebum en la suya le daba más fuerza, así que siguió pujando.
- ¡Ya casi!- gritó la nana.
Con un gran gritó que dio el menor, un primer bebé había nacido. La Nana agarró al bebé que lloraba con mucho cuidado y le hizo señas al Alfa para que cortara el cordón umbilical el cual de inmediato lo hizo. El bebé fue limpiado y envuelto con una pequeña manta de inmediato.
El llanto había cesado en Youngjae hace un momento para así concentrarse totalmente en pujar, miro a su primer cachorrito que era tan pequeño y frágil, quería abrazarlo de inmediato, pero cuando lo iba a pedir para tomarlo en brazos las contracciones volvieron a el.
El segundo bebé quería nacer.
- Bien, cariño quiero que te concentres en pujar para que nazca tu segundo bebé.- dijo la nana entregandole el primer bebé a su padre.
Youngjae asintió ante lo dicho para así empezar a pujar.
Jaebum quien tenía en brazos a su primer cachorrito cayó enamorado al ver a un pequeño ser, tan chiquito y frágil.
- J-Jaebum...- dijo el menor estirando su mano para que el mayor la sostenga. - tu mano Alfa.- el nombrado asintió y tomo la mano de su esposo para asi ser su apoyo.
Y un segundo llanto irrumpió en aquel cuarto, una pequeña bebé había nacido, al igual que su hermano su padre le cortó el cordón umbilical. Fue limpiara y tapada por una pequeña sábana.
El Omega sonrió débilmente al ver a sus dos cachorritos acostados en la cama, para ir cerrando poco a poco los ojos, estaba muy cansado demasiado para su gusto.
- ¡Youngjae! ¡Hey nana!.- dijo con cierto miedo Jaebum.
- Deja que descanse, no es fácil traer dos bebés al mundo, yo me encargaré de que nada le pase.
Jaebum asintió un poco preocupado mirando a su esposo, para después enfocar su vista a sus dos pequeños cachorros que se encontraba acostados en la cama. Nuestro Omega lo hizo bien, nuestros cachorros están bien. Aullo de alegría el lobo.
- Son tan lindos como Jae.- dijo mientras se inclinaba hacia sus hijos para verlos mejor. - Los amo.- dicho aquello depositó un beso en las frentes de sus hijos.
- Eso también se lo debes de decir a la mamá.
Jaebum asintió con alegría, sin duda cuando Youngjae despertará le diría cuanto lo amaba.
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Sinvergüenza || 2Jae ||
Random"Un matrimonio arreglado entre un Alfa y un Omega, ¿Que podría salir mal?"