Una semana muy movidita
Solamente me quedaba una semana para que las vacaciones acabaran.
Cuando Remus no estaba, Tonks entraba en la habitación que yo estuviera y se ponía a llorar como una magdalena. Eso incluía cuando estaba en mi laboratorio lleno de pociones peligrosas.
-Por favor -le dije un día sentándola en una silla y dibujando un circulo de tiza a su alrededor en el suelo-. Cuéntame tus miserias pero sin salir de aquí. La última vez tuvimos suerte de que no nos llegara a tocar el líquido del tarro que derrumbaste.
Ella y Remus tenían una relación muy extraña. Estaban como saliendo, pero no salían. Y él le recordaba que la quería pero que era un hombre lobo muy viejo para ella y la volvía a dejar. Y como él vivía conmigo, me contaba sus penas muy abatido durante las comidas, que eran los únicos momentos del día que nos veíamos. Y cuando yo me encontraba sola con Tonks, ella me decía o que estaba haciendo avances o que Remus era un idiota, pero que era su idiota.
Yo me la pasando escuchando en silencio, y más de una vez tuve que poner un hechizo para no escucharlos y poder concentrarme. De verdad que eran unos pesados. Si fueran Slytherins, les quitaría las varitas y los encerraría en un lugar hasta que lo arreglaran, pero no sabía si funcionaría con Gryffindors o Hufflepuffs. No entendía porque se complicaban tanto la vida. El la quería, ella lo quería, ¡pues ya está! los problemas se arreglan después.
La semana antes de ir a Hogwarts, fue muy movidita.
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7 días para la vuelta al cole
-¿Quieres que te acompañe a la estación? -me preguntó Tonks sentada en su silla dentro del circulo de tiza.
-Podré apañármelas sola, gracias -le dije sin apartar la vista de mi nuevo ejemplar de Traducción de Runas Antiguas.
Estábamos en el laboratorio, y quería comprobar si las runas primerizas causarían un gran cambio en los Elixires Eternos si las aplicábamos con los números que me habían dado por la práctica de Aritmancia.
-Es que yo debo estar en el tren como refuerzos... -dijo como lo que no va la cosa.
-Trabajo de Dumbledore? -pregunté.
-No -negó-. Con forme están las cosas, el Ministerio quiere los alumnos tengan protección por lo que está pasando, y han pedido aurores para el Expreso.
-Supongo que quien ha elegido a los aurores es Kingsley.
-Tenemos mucha suerte de que esté de nuestro lado ¿no? -sonrió, pero no era su alegría habitual.
-Supongo -le resté importancia.
-Por eso -continuó ella-, como las dos vamos al mismo sitio, lo mejor será que vayamos juntas.
-Yo iré temprano.
-A mi no me importa -dijo.
Levanté la mirada. Se veía cansada y deprimida. Su rostro daba pena, y su pelo estaba muy apagado.
Suspiré.
-Está bien -me rendí-. Haz lo que quieras.
-Bien -aplaudió-. Nos disfrazaremos y nadie nos reconocerá. Yo no precisaría eso, pero sería extraño que una auror acompañara a una alumna nueva.
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Lilianne y el Príncipe Mestizo
FanfictionY es justamente este año, en el que todo el mundo sabe que el Rey ha vuelto y ha estallado la burbuja de felicidad que les envolvía. Supongo que deberé ayudar a que Harry no muera pero que la familia de Malfoy tampoco. ¿Se puede saber cua...