Capítulo 9

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La primera clase

     Había sido una semana maravillosa de estudiar hasta caer rendida, pero por desgracia, no todo dura eternamente, mucho menos la tranquilidad. En este caso se rompió el viernes después de las clases en la biblioteca.

     -Debes hacer algo -imploró Hermione. 

     Harry y Ron estaban detrás de ella. A su lado, Ginny.

     -A ver, dejádmelo -les tendí la mano. 

     Harry puso en mi mano el libro de pociones que había estado utilizando toda la semana. Era un ejemplar viejo, lleno de rayado y escrito. Los bordes que debían ser blancos, estaban llenos de anotaciones. 

     Suspiré.

     -¿Que pasa? -preguntó Ginny-. ¿Han encontrado algo?

     -Estoy aliviada al averiguar que el talento de Harry sigue siendo nulo para las pociones y que yo soy mejor que él. Casi me disgusto cuando se me pasó por la cabeza que me había alcanzado de verdad.

     Él mencionado me miró ofendido.

     -Harry ha seguido las instrucciones anotadas por alguien en un libro- Ginny parecía enfadada y alarmada.

     -Ya te he dicho que no tiene nada que ver con... -bajó la voz- el diario de Ryddle. Sólo se trata de un viejo libro de texto en el que alguien hizo unos garabatos. 

     -Pero tú has hecho lo que ponía el libro, ¿no? 

     -Sólo probé algunos consejos anotados en los márgenes. En serio, Ginny, no hay nada de raro en... 

     -Ginny tiene razón -coincidió Hermione volviendo a animarse-. Tenemos que comprobar que no sea nada raro. Quién sabe, esas extrañas instrucciones... 

     -Ya comprobaste que no tenía nada malo -le recordó Harry, y volvió la vista hacia mi-. Díselo tu.

     Pasé todas las páginas, y casi se me cae el libro cuando comprendí de quien era. 

     -¿Es el que te prestó Slughorn? -pregunté, todos asintieron desconcertados-. ¿A quien pertenecía?

     -Eso es lo extraño -dijo Harry-. En la última página -me agarró el libro y pasó todas las páginas hasta la última. Toda la hoja estaba en blanco menos una pequeña sección-, aquí está. Pone, "Este libro es propiedad del Príncipe Mestizo".

     -¿Tienes alguna idea de quien es? -preguntó Ron.

     -No estamos aquí para eso -le gruñó Hermione-. Ese libro no es de fiar, os lo llevo diciendo toda la semana.

     -También hay hechizos propios de él. -pasó las páginas Harry enseñándome algunos. 

     -O de ella -puntualizó Hermione-. A lo mejor era una chica. Creo que la letra parece más de chica que de chico. 

     -Firma «el Príncipe Mestizo» -le recordó Harry-. ¿Cuántas chicas conoces que sean «príncipes»? 

     -Ese libro tiene cincuenta años -dijo Ginny-. Y solamente es un seudónimo. Es posible que en aquella sociedad las chicas no estuvieran bien vistas y se pusieran apodos de chicos.

     Seguí mirando el libro mientras ellos discutían, no había duda. Yo sabía a la perfección quien era el príncipe mestizo, ni siquiera era necesario haber visto los hechizos propios.

     -¿Sabes lo que hacen estos hechizos?-interrumpí la conversación.

     -No -dijo Harry confundido.

Lilianne y el Príncipe MestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora