Pequeños West II [West#2.5]

23- Novios.

Renata

Entré a la veterinaria, saludé a todos y fui directo a la oficina donde estaba Summer, abrí la puerta y Becca entró corriendo, todo el día había estado esperando para poder visitar el lugar que tanto amaba. Al igual que Summer ella amaba los animales, de su parte pasaría todo el tiempo con Summer ayudándola con cualquier cosa.

—Te tengo un regalo —le dijo Summer y segundos después le mostró un peluche de delfín.

—Me gusta mucho, tía —Becca abrazó su nuevo peluche.

Mientras Summer le contaba algo acerca de delfines, yo me senté en el sillón y acomode a Sheldon en mis brazos, estaba dormido y no quería que se despertara. Acaricié su mejilla y sonreí al verlo hacer un puchero, cada día que pasaba se parecía más a su papá, quien desgraciadamente se estaba perdiendo mucho del crecimiento de ambos.

—Yo voy a ver a los gatos —su tía le abrió la puerta y ella se fue.

—¿Qué tienes? —Summer se sentó a mi lado y tomó la manito de Sheldon.

—Lo mismo de siempre —me encogí de hombros—. Las cosas con Peter no mejoran y al contrario, siento que cada día que pasa nos alejamos más.

—¿El sigue con la misma idea de que ustedes se vayan?

—Sí, a pesar de que mi respuesta sigue siendo la misma. No me voy a ir y tampoco me voy a llevar a mis hijos, no los voy a alejar de todos sólo por él.

—Becca está muy feliz aquí y Sheldon con los gemelos también —eso era cierto. Nuestros hijos se llevaban muy bien y Becca, ella amaba jugar con los gemelos, aunque por supuesto siempre iba a preferir a su Laly.

—Por esa misma razón nos vamos a quedar —me encogí de hombros—. En algún momento él tendrá que decidir qué hacer y no es que yo no quiera que él haga sus sueños realidad, pero creo que su familia también debería hacer parte de los planes, también deberíamos ser parte de sus prioridades.

—Supongo que yo haría lo mismo si estuviera en tu lugar, aunque no me imagino que Charlie hiciera algo así, porque al contrario, cuando tiene un caso complicado que le consume demasiado tiempo luego busca la manera de compensarnos ese tiempo.

—Si tan sólo Peter fuera así —suspiré—. ¿Y dónde están los niños? —no quería seguir hablando de mi desgracia de vida matrimonial.

—Están en la guardería, hoy Charlie va a pasar por ellos, quizás dentro de un rato lleguen, sino se los lleva donde sus abuelos, cada día están más gordos de tanto que les dan de comer y me refiero a los tres —ambas reímos—. ¿Y supiste algo de Jack?

—Sí, en el camino llamé a April y dijo que está mejor, que cada día que pasa los doctores son más optimistas con su mejoría. A pesar de eso la sentí igual de triste, April está pasando por mucho.

—La aparición de su madre que es el mismísimo demonio, el secuestro de Brad y el accidente de su papá. Sin duda alguna son demasiadas cosas en tan poco tiempo, cualquier persona en su lugar estaría igual.

—El problema es que la salud de April no es la mejor y tanto estrés la está afectando aún más, es muy peligroso que ella esté así.

—Bastián está muy preocupado por eso, ayer le contó a Charlie que es muy difícil mantener a April distraída de los problemas, que a veces no quiere comer y ya ni siquiera quiere ir a trabajar, que era una de las cosas que la mantenían distraída —asentí.

—Nos ha tocado hacernos cargo de todo a nosotras porque no podemos permitir que el negocio se venga a bajo —me dolía mucho el estado de mi amiga, ella trabajó bastante para tener esa empresa y en ese momento estaba dejando todo de lado. Yo no iba a permitir que todo se fuera a bajo.