Pequeños West II [West#2.5]

4- Accidente.

Bastián

—El avión, el avión —hice girar a Brendan en mis brazos y no paraba de reír.

—Papi, yo —Avril extendió sus brazos para que la cargara.

—Está bien, ahora tú —puse a Brendan en el piso y cargué a Avril—. El avión —la hice girar y tampoco paraba de reír.

April, mis papás y Renata, estaban fuera de la ciudad, mi papá las llevó para mostrarles un lugar que quería que decoraran, un complejo de apartamentos recién terminado, mamá sólo fue a conocer, por esa misma razón me había tocado cuidar a los niños, aunque estaba en la oficina. Para que no se aburrieran y lloraran me tomaba un momento para jugar con ellos. Pude haber buscado una niñera, pero decidí hacerlo yo, me gustaba pasar tiempo con ellos y tenía permiso de mi papá para salir temprano si lo necesitaba.

—¡No, no! —me giré y Bradley estaba haciendo un puchero—. Bebé malo —empujó a Brendan y cayó de nalgas.

—¡Bradley! —puse a Avril en el piso y cargué a Brendan que estaba llorando—. ¿Por qué empujaste a tu hermano? ¿No ves que es pequeño?

—Me lompió el colazón —señaló su dibujo de un corazón roto—. Ela pala mi muñequita.

—Yo sé que te molestó que lo hiciera, pero entiende que él está más pequeño y no entiende que está mal —me senté a su lado—. Tú eres el hermano mayor y debes cuidar a tus hermanitos, lo que hiciste tampoco estuvo bien, pudiste lastimar a Brendan —bajó la mirada. Me senté junto a él.

—Lo siento —pasé mi brazo por sus hombros, recostó su cabeza en mi pecho y empezó a llorar.

—Ady —Brendan se acercó a él—. Ady.

—Lo siento, Bebé cibeña —Ambos se abrazaron.

—Yo —Avril se lanzó sobre mi y abrazó a sus hermanos. Los tres estaban aplastándome.

—Tanto amor, me mata.

—¿En serio Bradley hizo eso? —preguntó April mientras se quitaba sus aretes.

—Sí, pero lo hizo sin pensar, sólo se dejó llevar por el enojo que sintió, pero luego se disculpó.

—Espero que no se vuelva a repetir algo como eso, porque tendremos que castigarlo si lo vuelve a hacer, no está para nada bien que se deje llevar por la ira —se paró frente a mí, llevaba puesto un conjunto color negro que le quedaba de maravilla. La tomé de las manos y la atraje hacia mí.

—No lo va a volver a hacer, Bradley no es así —la senté en una de mis piernas—. ¿Qué tal les fue en su viaje?

—Muy bien, ya hicimos un acuerdo con tu papá —me besó en los labios— y pronto vamos a empezar, tendremos que viajar muy seguido, aunque estamos considerando quedarnos unos días para adelantar gran parte del trabajo.