8- Hermanos.

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Bastián

-Ven acá -Kyled corrió hasta mí y me abrazó fuerte-. Abrazo de oso -le di un beso en la mejilla.

-¡Ya vine! -Bradley llevaba puesto un traje de baño y estaba todo mojado.

-¿Te divertiste? -le preguntó April que llevaba a Avril dormida en sus brazos.

-Sí, mucho -mis papás y Jack se lo habían llevado a hacer surf-. Me gustó.

-Bien, ahora es hora de ir a bañarte -me puse de pie y Kyled empezó a seguirme-. Espérame aquí -negó y se colgó de mi pierna-. Vamos al baño -Kyled iba pegado a mí pierna mientras que Bradley fue corriendo al baño.

-Estoy emocionado -reí al ver lo inquieto y feliz que estaba mi hijo, eso era mil veces mejor que verlo llorar noche y día.

-Pronto vamos a regresar a casa -hizo un puchero.

-No me quielo il, me gusta aquí.

Estaba de acuerdo con Bradley, esas vacaciones estaban siendo las mejores vacaciones que habíamos tenido en familia, más por la felicidad de nuestro hijo mayor, sin contar que Brendan y Avril también estaban muy felices.

-Te prometo que volveremos más pronto de lo que te imaginas.

Terminé de bañarlo, luego le ayudé a vestirse y salimos para cenar, April ya tenía a Carrie y Kyled en sus sillitas para comer. Nos sentamos a la mesa y cenamos los cinco juntos. Mi familia no era la mejor, ni tampoco perfecta, pero si pudiera escoger que familia quisiera tener, escogería esta mil veces, porque era feliz, tenía todo lo que alguna vez soñé.

-¿Sabes? Tengo miedo de que Bradley cuando volvamos se vuelva a deprimir -estábamos acostados, los niños ya estaban dormidos, así que abracé a mí esposa y besé su cuello.

-Esperemos que no y sí pasa vamos a encontrar la forma de distraerlo en casa.

-Pues ni modo, a tener fe en que no va a llorar día y noche por Becca.

A mí también me preocupaba ver a mí hijo llorar otra vez como lo hacía hasta una semana atrás, pero estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por hacerlo y verlo feliz. Cualquier cosa valía la pena por ver a mis hijos felices.


Ya en el aeropuerto nos despedimos de mis papás y Jack, quienes habían decidido irse de viaje juntos, la novia -aún no aceptada por mi suegro-, se encontró con ellos en el aeropuerto, en donde tomaron su vuelo luego de nosotros. Durante el viaje los niños se durmieron, April y yo aprovechamos para conversar y reír un poco. Había sido un viaje de provecho.

-¡Auch! -el grito de Bradley me asustó

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-¡Auch! -el grito de Bradley me asustó. Fui a la sala y ahí estaba llorando.

-¿Qué te pasó? -le pregunté.

-Me moldielon -señaló a Avril y Brendan que estaban escondidos en su casa de campaña.

-¡April! -mi esposa salió de su oficina con sus lentes un poco chuecos y asustada.

Pequeños West II [West#2.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora