Pequeños West II [West#2.5]

28- Reaparición y gemelos.

Bastián

Llegamos a casa de Darah, en dónde ya se estaba quedando a vivir Marcus también, al parecer ya estaban juntos, lo que significaba que le vería la cara a ese idiota más seguido. Darah nos abrió la puerta y nos acompañó al patio dónde habían muchos niños, Brad buscó a Brandon y le dio su regalo, Brendan y Avril esperaron que se acercara, lo felicitaron y le dieron su regalo.

—Feliz cumpleaños, Brandon —le dijimos April y yo.

—Gracias. Brad vamos a jugar —ambos se fueron.

Renata y Shark llegaron unos segundos después y le dieron el regalo a Darah, porque Brandon ya estaba con Bradley y nadie podía detenerlos cuando ambos jugaban.

—¿Charlie no va a venir? —me preguntó Shark cuando nos sentamos en una mesa y los niños se fueron a jugar.

—No, él y Summer llevaron a los niños de campamento o algo así. Sigo pensando que están muy pequeños para eso —me encogí de hombros.

—Yo también pienso lo mismo —Renata asintió—. Aparte, acampar significa mosquitos y eso sólo significa alergias y las alergias implican niños llorando —hizo una mueca—. Mejor acampamos a dentro con almohadas y sábanas.

—Mi papá una vez acampó con los niños en el jardín de su casa, pero fue por la tarde y en la noche volvimos a casa —esa vez se habían divertido mucho con Jack.

—Oigan —vimos a Shark—, ¿estoy viendo mal o esa de allá es Shelsy? —señaló casi al otro lado del patio.

—No lo creo, ¿qué podría estar haciendo aquí? —Renata negó.

—Se perdió por mucho tiempo y no creo que reaparezca ahora —Ap tenía razón, no la habíamos vuelto a ver desde la universidad y habían pasado siete años o más y no era algo que nos doliera porque nadie la extrañaba.

—Recuerden que ella fue quien hizo que Marcus tirara a April por las escaleras, así que dudo mucho que ellos ahora sean amigos como para que esté en la fiesta de cumpleaños de su hijo —era ilógico.

—Pero podría jurar que es ella —los cuatro nos quedamos viéndola. La mujer se giró un poco, pero no nos vio, aunque nosotros pudimos comprobar que lo que decía Peter era cierto.

—¿Qué? —Renata frunció el ceño—. ¿Por qué está aquí?

—No lo sé, pero lo mejor será que mantenga su distancia —April aún la odiaba por lo que había hecho aún sabiendo que estaba embarazada y que podía perder a nuestro pequeño por su maldita culpa.

—Ap, tranquila, ya sabes que no puedes alterarte, simplemente hay que ignorarla y listo —tomé la mano de mi esposa—. Recuerda que debemos dar un buen ejemplo a Bradley, los problemas no se resuelven con golpes —ella siempre que Brad se defendía decía eso.

—Ya cállate, entiendo por dónde va esto, el diablito interior sí es real, lo acepto ahora —reí.

—Bien, entonces entiende a Bradley.

—Esperen —Renata y Peter estaban viéndonos—, ¿qué es eso del diablito interior?

—Es eso que hace que Bradley se enoje —eso se los dejaría bien claro, porque tenía un carácter muy fuerte.

—¡Oh! —Renata asintió—. Es como cuando April también se enoja.

—Gracias por tu ayuda amiga, eres una lindura —reí.

—Hey, que bueno que ustedes si pudieron venir —Marcus se acercó a nosotros acompañado de quien ya sabíamos que era su amiga—, Charlie dijo que irían a acampar —asentí—. Tengo una duda, ¿se puede acampar con niños tan pequeños?