1996 ; P.jm

nove

—. Señor Ministro, le aseguro que Hoseok no hizo nada malo esa noche. Todo lo contrario, incluso traía dos guardaespaldas para que no nos pasase nada.—expliqué mirando al hombre de avanzada edad sentado a lado de Hoseok en la mesa, mi amigo castaño parecía un cachorro asustado, ¿quien iba a decir que un millonario se sentiría intimidado por un juez?—. Nosotras le pedimos que nos facilitara la entrada al bar, él no tiene nada que ver.

—. Sin embargo, el señor Jung es una figura pública, no puede hacer este tipo de favores cuando pueden malinterpretarse—atacó el juez señalando a Hoseok.

—. Señor Ministro, por favor. No hay más pruebas que nosotras. No encontraron evidencia suficiente para acusar a Hoseok de abuso sexual y nuestro testimonio es que en esa noche ni siquiera bebimos alcohol, ¿no cree que el verdadero criminal es el bar cuyas políticas de acceso permiten que menores de edad acompañados de famosos pueden entrar?

—el hombre se mantuvo callado, Namjoon sentado a un lado de Hoseok y del otro a mi hermano SeokJin carraspeó haciéndose notar y colocó ciertos papeles encima de la mesa—. Señor Ministro, yo también apoyo la declaración de la señorita Erin. Verá, mi cliente, la señorita y su hermano se conocen desde hace bastantes años y no comparten una relación más allá de la amistad, es incluso fraternal; no veo ninguna sospecha en que mi cliente haya querido llevar a la hermanita de su amigo a un bar. No hay pruebas de abuso sexual y técnicamente no hay demanda porque no hay víctima, si fuera tan amable de retirar la investigación, le aseguro que no tendrá que volver a tratar con nosotros nunca más. Corea es un lugar donde la información viene y va, la prensa no recordará este pequeño tropiezo en una semana.—sacó su bolígrafo de su saco y lo colocó sobre el papel para después acercarlo al juez para que lo firmase—. ¿Le parece justo?

—el hombre observó el papel y después sonrió. Tomó el bolígrafo y firmó el acuerdo.—. Hecho.—dijo su veredicto final observando con una sonrisa a Hoseok—. Tiene mucha suerte, señor Jung, de tener de su lado a un abogado como Kim.—el ministro hizo un gesto de respeto a Namjoon y tomó sus cosas para irse—. Siempre supe que sería un hombre excepcional.

Dicho esto, el hombre sale junto con sus colegas de la sala y nos deja solos a los cuatro. Vi cómo SeokJin se acercó a Hoseok y acto seguido le proporcionó un golpe en su nuca. El castaño se quejó y miró a Jin sorprendido.

—. ¡Yah! ¿Y eso por qué fue?—se quejó sobando su nuca después del golpe de mi hermano.

—. ¡Porque te metiste y metiste a mi hermana y a su amiga en problemas!—exclamó SeokJin como una madre sobre protectora rodeando mis hombros—. ¡La próxima vez fíjate que no te estén siguiendo!

—. No, Jin.—le interrumpí palmeando su hombro—. En primera no creo que haya una próxima vez. Y en segunda, yo se quien mandó a los paparazzis a seguir a Hoseok.—contesté con una mueca—. Jimin lo hizo para meternos en problemas.—tras decir esto, Jin chasqueó la lengua molesto y me soltó.

—. Bueno, tú sigues lastimada, así qué hay que volver al hospital.—mencionó SeokJin tirando de mi brazo sin venda para que saliéramos de la sala—. Adiós, chicos. Los veré después.

Jin me condujo hasta el hospital y me acompañó hasta mi habitación para después irse, tenía que regresar a su trabajo ahora que Hoseok estaba relativamente libre de todos los cargos en su contra. Al entrar a mi habitación vi a Taemin sentado encima de la camilla, sonreí ladina y me acerqué a él.

—. ¿A qué se debe el detalle?—Taemin dio un respingo al escucharme cerrar la puerta detrás de mí. Sonrió y tomó el ramo de flores a su lado encima de la camilla y los acercó a mí.

—. Sentí que era necesario traerte algo para mejorarte el ánimo.—mencionó entregándome las flores. Era un ramo de tulipanes.

—. ¿Y por eso me trajiste un ramo de flores que van a morir en una semana?—preguntó sarcástica.—. Sólo bromeo. Muchas gracias.—dejé el ramo de flores en el florero a un lado de la camilla encima del buró—. ¿Quién te dijo que me gustan los tulipanes?