1996 ; P.jm

venti quattro

[1 mes después]

—. ¡Buenos días!

SeokJin irrumpió en el departamento, como casi siempre lo hacía. Ya traía puesto su traje negro y corbatín blanco, unas gafas y había acomodado su cabello de forma elegante.  Me acerqué a donde estaba parado en la sala de estar mientras me colocaba los pendientes de perlas en mis orejas.

—. Hermanito, vas a hacer que la novia se arrepienta.—bromeé acomodando el saco de su traje.

—. ¿Jimin ya está listo?—preguntó aproximándose a mi nevera y sacando una cerveza de adentro.

—. Ya casi lo está. Sigue arreglándose, probablemente esté batallando con su corbata pero no le gusta que yo le ayude.—contesté quitándole la cerveza de las manos y dándole un sorbo antes de devolvérsela.—. ¿Vienes solo? Eso es nuevo.

—. Qué graciosa.—dijo enarcando una ceja—. No creo que nadie se de cuenta si me la paso pegado a Jihyun.

—. No creo que no sepan que no batean para el mismo lado, además no estoy segura de si Jihyun traerá a su chica o no.

—. Estará a la suerte entonces. ¿Igual puedo bailar contigo?

—. No tenias que preguntarlo.—volví a pasar mis manos por todo su traje acomodando sus anchos hombros y deshaciendo las arrugas de la tela.

—. ¿Jimin te contó ya sobre la inversión?—me detuve y parpadeé perpleja ante su repentina pregunta. Le di la vuelta al sofá y me senté a su lado asegurándome que Jimin seguía adentro de la habitación arreglándose.

—. ¿De que hablas?—pregunté mirándole confundida.

—. Si él no te ha dicho...

—. Seokjin, sólo dime de que se trata.—le interrumpí sin mucha gracia.

—Jin suspiró y sobó sus sienes—. Jimin vino a la dirección hace una semana con una suma grande de dinero para convertirse en uno de los inversores principales de la empresa.

—. Entiendo la inversión, le genera dinero a largo plazo.—comenté con un poco de obviedad—. ¿Pero por qué Jimin querría formar parte de la cabecera de la empresa?—susurré esta vez acercándome a mi hermano para que no se escuchara en la habitación.

—. Yo creí que tú tendrías que saberlo.

—. No sabía nada antes de que me lo dijeras.—respondí encogiéndome de hombros.

—. Sospecho que probablemente quiera pasar más tiempo contigo en la empresa. Aunque vivan juntos, ambos están todo el día trabajando.—explicó seokjin—. Aunque también sospecho que quiere...tú sabes, escalar hasta la punta.

—. Competir para la presidencia de Elle.—completé yo esta vez desviando mi mirada de la de mi hermano para analizar todo.

—. Exacto.—soltó un suspiro y terminó de un sorbo el último trago de la cerveza en sus manos—. Jimin no es mi amigo desde hace tanto, cuando lo conocí no me agradaba. Pero debes saber que tuvo problemas con sus padres.

—. El papá de Jimin no quería que su hijo fuese bailarín.—mencioné en voz baja cruzándome de brazos—. Aunque no era su padre realmente.

—. Tendría sentido entonces que Jimin aspire a ser el ejecutivo principal de una empresa en vez de simplemente ser la cara bonita de la empresa.

—. Nunca me dijo nada así, no pensé que le siguiera afectando tanto aun después de años.

—. Supongo que era tiempo de que lo supieras.