quattordici

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—. ¿Qué?—preguntaron Jihyun y Taemin al unísono y se inclinaron en la mesa para verme sorprendidos. Tomé un sorbo de la taza de café y lo dejé sobre la mesa. Jungkook, muy por el contrario de mis amigos, se mantenía escuchando todo tomando discretamente de su café helado.

—. Lo mismo dije yo.—exclamé volviendo a levantar la taza de café para beber de ella. Jihyun, Taemin y Jungkook intercambiaron miradas entre confusión y sorpresa.

—. B-Bueno, y...¿qué dijo después?—preguntó Jihyun un poco alterada por la anécdota que les estaba contando a mis amigos sobre mi noche con Jimin.

—me encogí de hombros—. Bueno, hizo como que no dijo nada. No quiso volver a tocar el tema, lo estuvo evadiendo lo que restó de la noche.

—. ¿Y luego?

—. Y luego...¿y luego qué? Me fui a casa y él se fue a la suya.—sentencié mientras terminaba todo el líquido de la taza de café.—. El problema no es en sí Jimin. Soy yo.—dije señalándome a mí misma.

—. ¿Por qué serías tú el problema?—preguntó Taemin enarcando una ceja totalmente confundido.—. Quiero decir, ¿hablamos del mismo Jimin, no? ¿El mismo Jimin que te tuvo colada en la preparatoria y ahora se aparece de la nada diciéndote que le gustas?

—. Oh...ya vi el gato encerrado.—dijo Jihyun tomando de su vaso con los ojos abiertos en sorpresa.

—. Me refiero a que el problema soy yo porque no puedo corresponder a Jimin. Es demasiado tarde para eso. ¿Y saben qué va a pasar si yo le digo que no? Que va a estar detrás de mí todo el tiempo insistiendo.—mencioné con varios ademanes.

—. No, Jimin no gusta de ti, lo está haciendo porque cree que a ti sí te gusta, y que si te lo hace saber le darás algún trato especial.—dijo Taemin señalándome. Bueno, tenía sentido sus suposiciones. Y sin saber nada de Jimin mas que lo que conocí hace nueve años, viniendo de ese chico manipulador me esperaba todo tipo de comportamiento similar a lo que Taemin estaba insinuando.

—. ¿Por qué lo contrataste?—preguntó Jungkook por primera vez en mucho tiempo que llevábamos hablando sobre nuestro encuentro. Suspiré y me dejé caer sobre el respaldo del sofá en el que estaba sentada.

—. Porque aunque no sea mi persona favorita, a mi me pagan por poner rostros atractivos en las portadas de mi revista. Además Antoine Bourdeu vendrá a la empresa en unas semanas, es cuestión de nada y yo necesitaba impresionarlo con talentos nuevos.—dije jalando las hebras de mi cabello con frustración—. Simplemente no podía permitir que una empresa de entretenimiento se llevara a Jimin para hacerlo un idol cuando yo podía tenerlo antes para esta colaboración.

—. ¿Y no pensaste que esto pasaría? Sabes perfectamente bien lo que te hizo. Haría lo que sea aún para sacarte provecho.—mencionó Jungkook.

—. Escuchen, cual sea la estrategia de Jimin, no aplica conmigo, ¿está bien?—aclaré acomodando mi cabello—. Como ya dije no le puedo corresponder, si su estrategia de nuevo era esa mentira de te voy a enamorar, ya no sirve.



[....]



—. ¿Re agendaste con el señor Kang para la inversión?—le pregunté a Yoongi en cuanto entré en la camioneta en el asiento del conductor. Yoongi asintió con la cabeza y soltó un suspiro mientras colocaba el gps en el auto.

—. Claro que lo hice.—contestó—. Pero tenemos que ver a otro inversor más el día de hoy.—suspiré cansada y pasé una mano por mi cabello con un poco de frustración—. Muchos se han visto interesados en la empresa, Hoseok supo cómo hacer sus movidas.

1996 ; P.jmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora