1996 ; P.jm

trentuno

—. No sabes lo agradecido que estoy contigo Namjoon.—dijo Jimin observando con una sonrisa grande al abogado.

—. Bueno, a mi no me enorgullece exactamente lo que has hecho, pero estoy feliz porque hayas decidido decir la verdad de todo esto.

—. Gracias.

Jimin volteó a un lado observando cómo las puertas de la audiencia se abrían para dejar pasar a Seokjin entre toda la gente del jurado y del público. Jimin sonrió de nuevo en cuanto lo vio y se acercó a él para tomar su brazo amistosamente.

—. Seokjin hyung, gracias a Dios, alguien que entiende por lo que estoy pasando...

Entonces, Seokjin empujó la mano de Jimin de su brazo y le miró serio y enfadado. Había fuego en sus ojos y por dentro había una tempestad de frustración, vergüenza y decepción.

—. No estoy aquí para ti...—dijo molesto—. Conozco a mi hermana como conozco mi propia mente, Jimin. Le dije que no encontraría a alguien más confiable o amable que tú.—dijo bufando, ahora le parecía un chiste haberle dicho eso—. Amo a mi hermana más que nada en esta vida y escogería su felicidad ante la mía todo el tiempo.—volvió a penetrarle con la mirada, para hacerle sentir el mismo dolor que él tenía y finalmente exclamó disgustado—. ¡Dios, espero que estés satisfecho!

Jin tomó el brazo de Namjoon y se acercó a él para susurrarle cortamente en el oído que iría a la empresa y que tuviese suerte con el juicio. Después de eso, tal como lo dijo subió a su auto para conducir hasta la empresa.

[ Erin ]

Me desperté unos minutos antes de que la alarma sonara. Los días no parecían querer cambiar y el cielo todavía aparecía gris frente a mis ojos. Todavía me sentía abatida, acabada y cansada. No quería ir a la empresa, pero no tenía nada más que hacer en mi departamento, y llorar ya no venía bien. Tampoco quería irrumpir en las agendas de mis amigos y ser una carga, mucho menos quería recurrir a Jin Woo, me hacía sentir más confundida de lo que estaba.

No había hablado con Antoine desde la boda de Soo Ah y no quería molestarlo, se que estaba muy ocupado en su trabajo usual y no quería perturbar su concentración, tampoco quería quitarle tiempo sabiendo que ya tenía que estar empacando para regresar a América en unas semanas más.

Así que no me quedaba otra opción más que hacer algo de mi tiempo que valiera la pena. Seokjin y yo tuvimos que rogarle a Namjoon que apoyara a Jimin con el juicio que tendría hoy, y decir que le rogamos no está muy acertado tampoco porque bueno, aparentemente Namjoon tiene una debilidad por mi hermano y fue más fácil convencerlo.

No tenía nada que ver con mi relación con Jimin que yo le pidiese su ayuda, era simple sentido común que si un abogado de primera como él no ayudaba a Jimin, nos metería en problemas económicos relacionados con la compañía de Kim Minjae y aquello no era algo que idealizáramos mucho.

De cualquier forma no vería a Jimin hoy debido a la audiencia, así que era mi oportunidad a para ir a la empresa y aprovechar el día. Me aseé, me vestí, desayuné rápidamente y conduje hasta la empresa.

Entré al edificio y observé a los empleados de la recepción. Curiosamente, todos parecían ensimismados en grupos de varios empleados leyendo un pequeño libro de hojas blancamente puras. Murmuraban entre ellos cosas que no podía entender y que sí había escuchado no conocía el contexto para que lo estuvieran diciendo.

Al pasar frente a ellos, algunos levantaron sus miradas y me miraron con una mezcla de pena y tristeza para después seguir murmurando entre ellos mientras seguían mirándome caminar por el pasillo.