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La sonrisa de Leedo iluminó su rostro cuando Youngjo había hecho un chiste un poco malo

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La sonrisa de Leedo iluminó su rostro cuando Youngjo había hecho un chiste un poco malo. GunMin a pesar de estar a metros de él en la cafetería podía sentir la calidez que provocaba aquel chico con su sonrisa.

— ¿Averiguaste quien es el chico con el que plática Keonhee?. — Hwanwoong miraba su comida hasta que no recibió una respuesta inmediata del otro. — ¿Qué haces?. — Giro rápidamente su vista por detrás de él y miró atentamente a Geonhak sonriendo. Se apresuró a reír y negó.

— Hwanwoong...

La mirada del más bajo también se detuvo en la espalda del chico que el moreno tenía enfrente de él.

— ¡Hwan!. — Dejó un golpe en la mesa llamando su atención.— ¿Qué haces? ¿Mirabas a Leedo?.

— ¿A Leedo?, No... ¿Sabes quién es aquel chico que está enfrente de él?.

Su postura cambio totalmente a una que reflejaba curiosidad, intriga.

— ¿Youngjo? ¿Su amigo odioso?. No creo que sea tu tipo... — Murmuró mientras bebía su soda tranquilamente, su vista se volvió a desviar cuando Keonhee paso por detrás del moreno y tomaba asiento cerca de su mesa— ¿Debería ir y hablarle?.

— ¿A Geonhak? ¿A Youngjo?. — Volvió a  girar  su cuerpo para poder mirar a los amigos.

—Desde que lo bese no le he dirigido la palabra, siento que soy muy atrevido con eso, no debía haberlo hecho. — Murmuró bajando la vista a su comida.

Algo en el se sentía satisfecho al hacerlo, sin embargo el GunMin que él conocía desde hace mucho tiempo no era de los chicos que solo besaban a alguien y no volvían a tocar el tema. Por lo regular huía de los problemas pero no estaba seguro si quería hacerlo esta vez, podría ser una oportunidad para que ambos reconocieran los sentimientos que tenían con el otro.

Sin decir alguna palabra, tomó su pedazo de carne para llevarla a su boca y comenzar a caminar rumbo a la mesa donde se encontraba Lee.

Una sonrisa muy distinta a la de Leedo se reflejo en el camino a la mesa. Sabía que estaba enamorado de aquel chico desde hace tiempo.

— Hola. Keonhee. — Tomó asiento sin que el menor se lo pidiera. Respiro tratando de tener el suficiente aire en sus pulmones. — Sobre lo del beso.

— GunMin. Siento que fue lindo. — Dejó su almuerzo para prestarle atención al lindo chico que se había sentado al frente de él. — Jamás había visto ese lado tuyo, pensé que sería el único en tener sentimientos por el otro.

— Bueno, yo. — Los aires de victoria y orgullo que había llevado se habían hundido dejandolo completamente solo, no sabía si proseguir hablando o solo sentir vergüenza de su comportamiento. — No sé que pensar.

— ¿Así? ¿No te gusto?. —

— ¡N-no!. Si me gustó. Me gustas como no me iba a gustar el beso. — Su risita nerviosa fue la primera en aparecer después de la de Keonhee. — Pero, ¿Realmente quieres hablar de eso aquí?.

— ¿Gustas hacerlo en otro lugar?, Puedo dejar el almuerzo e ir contigo a dónde me pidas. Solo quiero escucharte.

— ¿Qué? No,  estás loco. — Negó risueño. —Puede ser buena opción la azotea. ¿Quieres ir ahí después de las clases?

—¿Y quedarme encerrado en la escuela?, Creo que lo veo difícil. —

SeoHo parecía estar tan embobado con la sonrisa que Keonhee le regalaba. Sus ojos brillaban más de lo normal. Keonhee era guapo. Sin duda.

Hasta que en su mente volvió a resumbar aquella frase que Lee había sacado cuando hablaba por teléfono, no quería solo ser un GunMin posesivo, pero no le gustaba que Lee fuera así con ese tema.

— Después de clases te veo en la dulceria que está a una cuadra de la escuela. No demores, te esperaré. — Habló GunMin cuando el timbre sonó.

El menor hizo un tierno puchero al escuchar ese sonido no había probado ni una migaja. Tomó su bandeja entre sus manos y se puso de pie.

— Keonhee. ¿Y si nos vamos de aquí?. No comiste. — Tomó su mochila del más alto y sonrió  cuando levantó su rostro para cruzar miradas con la de él.

— ¿Uh?, No sería muy malo eso. No debemos, es peligroso pueden encontrarnos, mejor cada quien a su salón. — Tomó la bandeja con una sola mano para después tomar la mano de su Hyung y caminar a dónde había recogido la comida, y así hasta llegar al salón del más bajo.

Parecía ser un cuento tan cliché. GunMin solo quería ser discreto con la sonrisa melosa que llevaba en sus labios. Apretó ligeramente estos cuando a mitad de camino Keonhee entrelazó sus dedos con los suyos. Sin embargo el más alto parecía estar muy neutral. Eso no le iba a quitar belleza al momento.

— Te veo en esa dulceria. — Dejó por un segundo la mano de Lee y sonrió dejando un beso en su frente.

SeoHo no podía estar más feliz que cuando leía o miraba una escena dónde los personajes principales eran románticos.

SeoHo no podía estar más feliz que cuando leía o miraba una escena dónde los personajes principales eran románticos

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Barcos de Papel [LEOHO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora