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— ¡PAPÁ!—

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— ¡PAPÁ!—. Los gritos de SeoHo se podían escuchar claramente en toda la casa, los truenos le causaban demasiado miedo. Cuando era pequeño y vivía con sus padres, siempre corría a los brazos de su madre pero está solo le daba unas cuantas palmadas y un tierno beso que no era suficiente. Por eso siempre recurría a su padre, ya que este trataba de encontrar un lugar acogedor dónde no se escucharán tan fuertes los truenos y así poder cantar una canción de niños.

La risa del señor Lee se escuchó cuando la puerta se abrió, limpio su ropa por las gotas que habían caído en su ropa; empapandolo. Le había pedido al chico que fuera por el correo pero este se negó por completo cuando vio un relámpago en el cielo.

— Guarda silencio. Encontré a uno de tus amigos. — Su padre se acercó más hasta donde estaba su pequeño escondido hecho bolita envuelto por su gran sábana.— Es el chico que se quiere aprovechar de ti, no me da buena espina. Se ve tan...

— Idiota. — El menor comenzó a reír, al pensar al moreno. — Espera. ¿Está aquí? ¿Porque? ¿Porque lo dejaste entrar? ¿Me escuchó?

— GunMin. Te escuchamos claramente

La sábana cubrió todo el cuerpo del chico quien ahora moría de vergüenza. ¿Pero porque? Solo era su amigo. Ladeó la cabeza borrando sucios pensamientos y camino hasta la puerta mientras la abria dejó salir su cabeza y asomarse por el corredor. A lo lejos logró ver al moreno mirando las fotos que tenían en la pared; fotos muy íntimas de la familia: un SeoHo de pequeño con poses ridículas que él hacía por voluntad propia.

Su cuerpo reacciono inmediatamente; corrió tanto como pudo para poder levantar sus brazos y cubrir al moreno quien también estaba empapado. Su respiración se calmó cuando su corazón comenzó a latir con fuerza al rato que ambos chicos cruzaron miradas bajo la misma manta, su cuerpo tembló por completo cuando Kim le regaló una tierna y hermosa sonrisa.

Su cuerpo volvió a reaccionar empujando al más robusto, sus mejillas ardían, tal vez era por el calor que había ganado por la sábana.

— Eres tierno como antes. — la misma voz que había escuchado en el salón de clases aquel día hizo que recordara ese mal momento. Geonhak había llegado en un momento inoportuno; escuchando la conversación de ambos chicos. Pero cuando GunMin trato de aclarlo todo, entro en pánico revolviendo las palabras y confirmando que el gustaba de la hermosa chica; Sihyeon.

— Son fotos, viejas. No tienes porque verlas, no es como vas a casas ajenas y te pones a revisar todo.— volvió a cubrirse con la sábana dándole la espalda para caminar al sofá. — ¿Porque estás aquí?

— Tú papá no llevaba paraguas y me ofrecí a traerlo. — tomo asiento a un lado del más bajo en el sofá. Su atención estaba en las tiernas acciones de GunMin; había subido sus pies en el asiento y los había abrazado aún cubierto por la gran sábana. — ¿Estás molesto?

— Contigo jamás estaría molesto. Pero es estúpido escuchar conversaciones ajenas.

— Estamos a mano. ¿No? — el moreno sonrió divertido tratando de calmar el ambiente. — Estabas espiando esa mañana a través de la ventana. Que ni siquiera alcanzabas

— ¿Cómo sabías que no la alcanzaba?— sus ceñas hicieron una ligera curva. Solamente había visto al chico, pero no había pensado que este prestaba mucha atención en él.

— Tu mentón estaba ligeramente levantado y tus ojos igual. Fue divertido y tierno— juntó sus manos para poder frotarlas y ganar calor corporal.

El más bajo no pudo evitar sentir compasión por el moreno así que trato de acercarse al más robusto, paso sus brazos alrededor del cuerpo del chico  y así cubrir también su cuerpo con la sábana.

— Estamos a mano.

— Aunque fui honesto. No me gusta verte tan meloso con tu novio.— GunMin miró al más alto con una sonrisa divertida, hablaba en broma pero algo le seguía picando su corazón; pequeños celos.

— Dongju es lindo pero rudo, y me encanta. Tampoco puedo negarme a sus mimos. — Río ligeramente mientras llevaba un chocolate a su boca — ¿Qué harás cuando acabe el año?, Pensaba que volverías con tu madre

— No quiero volver. No es buena, es muy estricta; no me gusta— Aquella mención había provocado que su cuerpo sintiera escalofrío— Pienso quedarme en casa, tal vez vaya a la empresa de mi padre, puedes venir conmigo y trabajar un tiempo, así puedes seguir con tu proyecto que le mostré a mi padre aquella vez

— Es buena idea, ¿Puede venir Dongju?

— ¿Otra vez? ¿Porque?

— Uno, es mi novio. Segundo Él me ayudó con el videojuego.— Su mirada de cachorro hizo que el chico terminará asintiendo. Desvió la mirada satisfecho hacia los jardines de la escuela, trato de enfocar su vista al ver a Geonhak con una chica con aspecto digno de presumir— ¿Geonhak tiene novia?

—¿Ah?— Aquel chocolate que tenía en la boca por poco se le quedaba atorado al ver los brazos sucios de Sihyeon sobre el cuerpo del moreno, aunque parecía que la chica se había tropezado cuando trato de acomodar el mural que habían hecho el otro día. Para GunMin ver esa escena era un infierno total, Sihyeon iba a salir lastimada, no por Geonhak. Si no por SeoHo.

 Si no por SeoHo

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Barcos de Papel [LEOHO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora