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—¿Porque tu papá eligió los videojuegos en ves de ser médico?.— Hwanwoong miró a su amigo con algo de curiosidad. Siempre se había preguntado eso; ¿Porque?. GunMin podía vivir mejor, pero no. Su padre mantenía su humildad que era tan impresionante como ya lo había conseguido SeoHo de forma tan natural.

Ser médico pediatra era algo demasiado lindo. Y no se negaba a aceptar a algunos clientes en uno de los hospitales de su hermano pero no siempre le llamo la atención eso. Había crecido de una forma muy mala, los ingresos de sus padres eran intermedios, no fue hasta que murió su padre por consecuencias en el corazón, los ingresos de la casa eran más bajos.

El hermano mayor tuvo que dejar la escuela para dejar algo de gasto en la casa. Tenía varios contactos así que no tardaron en subir un poco sus ganancias con lo que su hermano daba en la casa. El padre de SeoHo pudo salir adelante, como su otro hermano menor. El mayor ahora tenía una pequeña empresa que manejaba con su esposa, no era tan popular pero le gustaba trabajar ahí. Una empresa de accesorios, que pronto sería una marca de maquillaje.

Tener su propia empresa o al menos ser socio en una empresa de vídeo juegos era lo que había anhelado desde joven. Siempre le había parecido curioso todas las cosas nuevas que lo rodeaban. Ver a chicos de su edad, hasta más jóvenes jugando, sonriendo inclusive riendo por perder o ganar -en mejor de los casos- hizo que su corazón palpitara. Había buscado miles de formas para empezar a crecer como empresa. Hasta que conoció a uno de los amigos de su hermano mayor quien le pareció interesar uno de sus videojuegos no tan desarrollado del chico soñador.

Fueron varios años de estudio en ambas cosas. Terminó su carrera y su especialidad como médico pediatra. Y comenzó con aquel proyecto a medio a hacer; después de varios años conoció a la chica que se acabaría embarazando y así dando a luz a un ser muy preciado para él. Cuando el trabajo comenzó a comer el tiempo el señor Lee, comenzaron los problemas en casa. Su esposa no parecía estar de acuerdo con eso. Ella siempre trataba de ser atenta con su esposo pero odiaba esas noches dónde quería ser solo protegida por el señor Lee pero este llegaba de un genio que ni el mismo Diablo podía aguantarlo.

GunMin cumplía su primer año como hijo de los personas que se separaron cuando el solo tenía 11 meses de nacer. Su matrimonio no había resultado como ambos querían; eran jóvenes llenos de ilusiones y sueños, y estar atado a alguien, era una cadena muy pesada. Así que decidieron terminar su matrimonio.

El padre de SeoHo logró quedarse con él después de visitar la corte. Desde que GunMin tiene memoria, siempre vivió con su padre; un señor lleno de amor, lleno de ternura y de cosas positivas. Por el contrario su madre parecía ser la villana de cualquier melodrama que veía.

— Tal vez porque siempre quiso eso. Y eso lo hace realmente feliz, sus ojos brillan cuando ve que su videojuego recién lanzado fue todo un éxito.— SeoHo tenía su vista tan perdida en los alimentos del almuerzo que le habían dado en la escuela. Había pagado por un gran pedazo de carne pero un diminuto Dumpling sustituia la carne que faltaba en el trozo.

— Aún así me gusta tu casa. Es cálida

La vista de Hwanwoong también estaba perdida en el espacio, hasta que se encontró con su linda estrella anónima; Kim Youngjo.

Había comenzado a recibir pequeños papeles de chicas que habían sido mandadas con el chico más alto y mayor, con pequeños recados de coquetería barata que le gustaban del chico.

GunMin no estaba enterado de estos movimientos entre los chicos así que no se atrevía a decir nada. Su cabello se revolvió cuando los dedos de Geonhak lo tocaron de forma inquieta pero tierna. Su vista volvió a tener luz al tener al robusto cerca.

— Te tardaste. — El tono que Lee uso fue de forma inconciente; había sonado como un puchero disfrazado de enojo.

— Youngjo quería ir por sus cosas. Creo que piensa saltarse las demás clases con alguien—. Claro que Geonhak estaba enterado de la vida de Kim, y como no si ese chico se la pasaba hablando hasta por los codos. Su vista se detuvo en la de Yeo y su risa apareció cuado esté la desvió sonrojandose.

— Hola chicos. Perdón por demorarme, pero Leedo no quiso esperarme más. ¿Hwan? ¿Estás listo?. Creo que encontré un lindo lugar para llevarte durante estemos juntos.— la emoción de Youngjo hizo que la mirada de GunMin se posará tan bruscamente en el más bajo.

—¿Tu te irás? ¿Me dejaras solo?—

— GunMin. ¿Qué harás hoy?

— Es viernes Geonhak. Tu que piensas— Sus ánimos no estaban al 100%. Odiaba esa idea de ver a Keonhee con ese chico, ver cómo ambos sonreían, como el más bajo golpeaba de forma rápida al más alto, todo eso lo ponía mal emocionalmente.

— Hwanwoong, quiero una explicación. Todo mundo trata de burlarse, ¿Tu también? — Sus cejas se arquearon dando compasión. No había derramado una sola lágrima después de que había hablado con Keonhee, tal vez era mal momento de enterarse sobre las mentiras de Hwanwoong con Youngjo.

Su cuerpo se giro de forma rápida hacia el cuerpo de Geonhak. Recorrió la cintura del chico abrazandolo para comenzar a llorar. Sus brazos eran tan cálidos y ninguno podía ser igual a los que Kim Geonhak le proporcionaba. Amaba los brazos del robusto, pero no lo admitía.

Barcos de Papel [LEOHO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora