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Volví a estrellar la pelotita de goma contra la pared de mi despacho y la tomé en mis manos cuando rebotó, repitiendo esa acción cuantas veces fuese necesario para calmar mi mal humor.

-¿Vas a decir dónde estabas esa noche? Llevas tres días con el mismo mal humor y sin decirme qué sucedió para que te desaparecieras así, ni que te hubiesen raptado o algo.-Insistió Rafael sin apartar la mirada de los papeles que leía y firmaba.

-Pues Alfredo ingresó a la casa de tus padres, me raptó y casi tuvimos sexo bruto si no fuese porque le estrellé una jarra de vidrio en su cabeza, ahora lo deseo y necesito más que antes pero no puedo hacer nada. ¿Cómo ves?-Dije tirando más fuerte la pelotita, tanto, que ésta rebotó y en vez de volverse a mí, salió disparada por el ventanal de mi despacho, poco después oí a alguien quejarse fuera del edificio.

Bajé los pies de mi escritorio y me volví a ver a Rafael que me miraba divertido.

-¿Neta crees que seré tan tonto de creerte eso? No sé, dime que quisiste tomar aire y por eso te fuiste o...

-Quise darte tu espacio con Alejandrina.

-¿C-con... Alejandrina?-Sus ojos claros se enfocaron en mí y pude notar como apretó sus dientes tensando su mandíbula pronunciada.

-¿Me crees tonta?

-No me desvíes el tema que estoy intentando tocar desde hace tres horas Mia Alinor...

-Y tu no me esquives el tema acerca de Alejandrina ya sé que tuvieron algo cuando estaban morrillos en la prepa.-Él dejó de recargar los codos de sus brazos al otro lado de mi escritorio cambiando su postura despreocupada a una un tanto nerviosa.

-¿De dónde sacaste eso?

-Mis contactos.-Respondí con simpleza volviendo a concentrarme en el trabajo que tenía por hacer en mi mesa.

-Entonces... ¿Podríamos hacer cita de a cuatro?-Él subió y bajó sus cejas haciéndome rodar los ojos claramente molesta.-Imagínatelo, reconquisto a esa pelinegra que me volvía loco cuando éramos más jóvenes y nos vamos a un país donde no nos conozcan, que no tenemos que fingir que somos pareja y...

-Rafael deja de decir esa sarta de pendejadas ¿Sí? Y ponte a trabajar que aún te falta demasiado.

-Puf. ¿Era neta que ese cabrón te dejo con las ganas?

-¡Que no le digas cabrón!-Me quejé estirándome a golpear su brazo a la vez que el se carcajeaba feliz de haber logrado hacerme enfadar.



ººº


-Yo quiero que lo hagamos en Vallarta. Hay lugares muy bonitos y... Mia.-Tallé mis ojos volviendo a la realidad, dejando de acariciar las iniciales con pequeños diamantes en mi pulsera.-¿Me estás prestando atención?-Rafael dejó de lado los álbumes que nos habían entregado para escoger los sitios para la boda y se sentó cruzado de piernas en el sofá de mi rancho.-¿Te la regaló él cierto?

-Tu eres un hombre guapo Rafael. ¿Por qué no te casaste con alguien que sí te quiera?

-Porque... Nunca encontré a la indicada.

-No te creo nada.-Él suspiró y se estiró para tomar la botella de cerveza, le dio un trago y habló.

-Yo estaba comprometido hasta hace seis meses, pero se enteró de pues... cosas que no debía de mi padre y mías con respecto a nuestro trabajo y decidió terminar conmigo.

Mi Gobernadora | Alfredo Guzmán | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora