-Capítulo Extra

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Extra 1/1
  (Si es posible no adelanten las partes)

| Tres años después Alfredo |

Cierro mis ojos con fuerza cuando embestí a Mia, dejándome ir dentro de ella después de haberme estado conteniendo durante todo el desayuno sólo porque estaban nuestros niños comiendo con nosotros.

Sus pechos desnudos se aplastaron en la mesa cuando la obligo a ponerse en esa posición, me siento mal por hacer esto en la mesa que comemos todos pero es excitante, más aún cuando en la mañana me desperté por haber estado soñando con mi mujer, ahora esposa, tal vez porque inconscientemente desde hace días había estado planeando una fiesta por nuestra segundo aniversario de bodas, justo cuando nuestros niños cumplían su tercer añito, por lo que hoy estábamos de doble festejo y no podíamos comenzar mejor nuestro largo día.

—Amor—El gemido de Mia me hace bajar de mis pensamientos y concentrarme a disfrutar de su cuerpo y el mío unidos, dándonos placer mutuo. Cerré mis ojos y afirmé mi agarre en su hombro para seguir con mis movimientos, lentos y profundos. Mia también había despertado excitada, algo que estaba sucediendo desde varios días pero que no me disgustaba en nada, menos cuando hoy se levantó de nuestra cama con sólo mi camisa puesta y sin sujetador ya que se le facilita más a la hora de alimentar a Mio, ese pequeño es tan revoltoso, mañoso, celoso, protector y posesivo de su madre que aún no quiere dejar el pecho de mi Mia, muy diferente a su hermana, mi princesa a los pocos meses de haber nacido ya se había independizado en ese sentido y hasta me había hecho gastar dinero comprando de las fórmulas más caras del mercado.

Con mis dedos acaricié su clítoris provocando que jadeara levemente, con su cabello formé una coleta entre mis manos y la penetré con más fuerza, dejando leves golpes en sus nalgas o mordiendo su hombro y cuello sin importarme el dejar marcas en su cuello, últimamente solemos hacer el amor con pasión pero a la vez de manera delicada, sin embargo, siempre me ganan las ganas de querer poseerla como una bestia.

Los dos estábamos por explotar era demasiado el placer, morbo y adrenalina que sentíamos de estar haciéndolo en la cocina sabiendo que en cualquier momento puede entrar algún empleado o que nuestros hijos están con su padrino en las caballerizas. Al momento de acabar llegamos los dos al mismo tiempo, salí de ella y la hice sentar sobre la mesa volviendo a meterme en sus piernas sólo para abrazarla, sintiéndola con cada parte de mí y poder esconderme en esa cuerva de ella que tanto me gustaba, su cuello y clavícula.

Volví a ponerle su braga y la besé en la boca.

—¿Estás bien?—Ella asintió con sus ojos cerrados, acunando mi rostro en su cuerpo e intentando normalizar su respiración.—Te amo.


Mia

—Yo no—Respondí con broma en mi voz pero él no pareció notarlo, no cuando sentí como hacía un puchero y se separaba para verme con sus ojos cubiertos por una fina capa de lágrimas.—Era broma bebé.—Acaricié su rostro con delicadeza preocupándome por ponerme su camisa antes de que alguien nos sorprendiera desnudos en medio de la cocina, él se volvió a poner sus pantalones y me miró. La punta de su nariz estaba roja al igual que sus ojos, solté una carcajada al notarlo tan sentimental, no me sorprendía para nada.

Desde hace unos días que él estaba así, cambiante de humor constantemente y por demás sensible, eso además de un atraso en mi regla me llevó a hacerme una prueba de sangre, resultando en un claro positivo a embarazo, después de checarme con mi doctor de confianza me dio la grata sorpresa de estar nuevamente embarazada de mellizos, algo que le informaría hoy a mi esposo.

—Alf—Con mis dedos en su mentón hice que me viera a los ojos.—Yo te amo más que a mi vida, amor, no puedo creer que te hayas creído eso mi berrinches.—Lo acuné a mis pechos el cual el muy aprovechado comenzó a acariciar por arriba de la tela.

Mi Gobernadora | Alfredo Guzmán | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora