20-Maratón 4/?

3.7K 269 63
                                    


(Todo lo que esté escrito con esta fuente es porque son recuerdos)

Sentí la mano de Alfredo masajear la zona de mi cuello y hombros mientras se sentaba conmigo en la punta del barco cabinado de buceo que él mismo había contratado para que dos horas antes de que el sol se escondiera, pudiéramos ir a bucear con dos tipos de tiburones diferentes, guiados por profesionales metiches. Me volví a tensar sin sacar mi mirada del agua cuando recordé el momento en que se quisieron asegurar, a pesar de que ya lo había aclarado en el papel que firmé, que no estuviera en mis días o alguno de los dos tuviera alguna herida, Alfredo al hacer cuentas comenzó a plantearme en secreto que hacía mucho que no me ponía histérica, sentimental y bipolar como cuando me llegaba la regla, por lo que antes de que siguiera con su planteo y se diera cuenta de algo, hice que nos bajaran al agua por fin. O cuando fuimos a una reserva con delfines y uno de ellos hizo algo que nos dejó consternados.

-Usted muchacho arrodíllese detrás de la señorita que Stacy saldrá del agua justo a tiempo-Intenté disimular mi disgusto, el mismo que tenía Alf cuando llegamos a éste lugar y notamos cuantos delfines había encerrados aquí, sonreí para la foto y sentí como Alfredo posó su mentón arriba de mi coronilla y cuando el delfín salió del agua posó su hocico en mi vientre. Después de que tomaran la foto, el animalito no se alejaba de mí ni de mi barriga.

-Ey criaturita, no te quieras robar a mí mujer-Los encargados de ésto se acercaron y obligaron al animal a alejarse de nosotros, mientras me ponía de pie no podía despegar mis ojos de Stacy y dejar de pensar en lo que había sucedido.

Las manos de mi amigo bajaron a mi vientre cubierto por una malla enteriza donde las cruzó tras sentarse detrás mío con las piernas abiertas pegando mi espalda a su pecho. Dejó un beso en mi cuello y posó su mentón en mi hombro descansando allí su cabeza.

—¿Te gustó mi sorpresa mi vida?

—¿Bromeas?—Respondí dejando de ver el agua la cual me relajaba notablemente.—Fue el mejor día después de mucho, los lugares de las excursiones fueron increíbles y mi compañía fue magnífica.—Dije mientras dejaba que él tomara mi mano para que le acariciara su cabello lo cual hice al mismo momento en que aceptaba sus besos.

Cuando el sol se fue dejando destellos naranjas manchando el cielo que poco a poco se tornaba azul oscuro dejando hilos de extraños colores que contrastaban a la perfección, Alfredo y yo llegamos a la preciosa cabaña flotante sobre el agua. 

Comprendí hacia dónde quería llevar el rumbo de sus besos y caricias mientras que yo me encargaba de hacer el pedido de nuestra cena.

 —Alf te dije que por una semana no, por brusco y posesivo.—Dije con delicadeza mientras iba hacia donde se encontraba mi ropa limpia, tomaba lo necesario y me metía al baño para ducharme ignorando sus quejas y chantajes para que hiciéramos el amor.

°°°

Dejé de comer la fruta picada que Alf me había ido a buscar personalmente porque se me antojó comer esto cuando creí haber oído la voz chillona de Ovidio. Levanté mi mirada y busqué por la playa que ahora se encontraba despejada totalmente, me removí en el camastro donde estaba tomando sol.

—¿A quién busca plebe? Ah si, a nosotros.

—¿Ustedes?—Pregunté exaltado y con disgusto al ver venir hacia mí a Ovidio e Iván con un Alfredo con notable mala cara detrás suyo.

—¡Nosotros cuña!—Rodé mis ojos buscando una explicación de Alfo mientras Ovidio se sentaba a mi lado en el camastro y me zamarreaba por los hombros mientras que Iván se sentaba al otro lado y me quitaba de mis manos el plato para comer él la fruta.—Oye Alf.—El mencionado miró a Ovidio quien tenía sus ojos puestos en mi barriga incomodandome, por lo que no tardé en ocultarla con mis brazos.—Una semana que te dejamos a la gober y ¿ya nos la engordas?

Mi Gobernadora | Alfredo Guzmán | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora