3. Cigarrillo-Parte I
Tengo que admitir ciertas cosas, las cuales voy a redactar en una lista. Aquí vamos:
1-Tengo miedo de mi familia.
2-Tengo miedo que no me acepten.
3-Tengo miedo que de mi salga la verdad.
4-Tengo miedo de lo que dirán.
5-Tengo miedo del miedo.
6-Bueno, este es la más importante, por la cual tengo estos miedos. Por eso, lo dejo para el final.Básicamente tengo una lista de seis miedos que me acompañan todo el tiempo y que me carcome por dentro. Cada día frente el espejo las repito replanteándome destruirlas, pero eso no sucede.
No tengo la fuerza que se requiere para destruir aquello que me limita a no alcanzar la felicidad absoluta. Solo cuento con un 50% de una felicidad que se supone debe estar en un 100%, como dicen los Psicólogos y Médicos respetados. Algo que también tengo presente en mi cabeza cada día.
Mastico la barra de serial que he comprado hace unos días y que todavía no he podido comer mientras cambio la hoja para seguir con la lectura, pero la luz natural que me brindaba el sol se ve opacada por una figura. Lentamente levanto la cabeza topándome con los ojos negros de Amelia, una sensual Latina que deja a todos impresionados.
— ¿Qué haces aquí? Se supone que nos vemos dentro de dos días en la clase de apoyo.
—Necesito que sea hoy, más precisamente en cinco minutos, Kevin—es todo lo que dice dándose la vuelta para irse.
Vamos a hacer una corrección en la lista antes de causar un matete para todos, incluso para mía. Pongamos un cero delante de todo y digamos:
0-Tengo miedo de ser un hombre libre.
***
Cierro los ojos y pienso en... no sé qué pensar en este instante para no decepcionarla. Los labios de Amelia van formando un camino de besos por todo mi abdomen que gracias a dios esta como dicen las mujeres: "De muerte".
Pero eso mucho no me ayuda.
Largo un quejido cuando ella mordisquea la parte baja de mi abdomen para luego pasar su lengua, mientras que con la palma de su mano va estimulando esa parte que se supone debe levantarse como un mástil cuando ella me toca, pero en cambio, esta apena esta parada.
Trato de concentrarme, pero a mi cabeza da vueltas sobre este instante en el que entro y casi con desespero se me tiro enzima comenzándome a besar, algo que seguí por un instinto idiota y que termino con mi remera negra sobre el velador y ella tratándome de entusiasmarme.
— ¿Qué le pasa a tu amigo?—pregunta alejándose de mí abruptamente, aprovechando para sentarme y tomar la remera.
—Lo siento, tengo la mente en otro lado—susurro.
— ¡Ay, por favor! Eh tenido sexo con chicos ebrios que igual se le paraban, ¿Acaso necesitas tomar la pastillita? No me molesta si tenes que...
—No sé porque ya me sigo sorprendiendo, es casi costumbre abrir una de estas puertas y toparme con tigo. Ya parece un deja vu esta mierda—dice Emma, mi amiga, apoyándose en el arco de la puerta.
—Debe ser porque siempre te metes en lo que no te importa.
—Te aseguro Amelia, que esto es más incómodo para mí que para vos.
— ¿No tienes otra cosa que hacer?
—Mmm—se hace la que piensa unos minutos—. Lo lamento, la respuesta es: No.
—Estas interrumpiendo la hora de estudio, con mi tutor—sisea Amelia soltando una sonrisa desafiante.
—Ya veo, el estudio titulado: "La desesperada búsqueda del miembro de Kevin" escrita por Amelia. Mi querida zorra, yo no nací de un repollo así que hazte humo y ¡Por dios! Lárgate antes de que sigas contaminando este espacio con tu olor a zorra.
Observo como ella se levanta siendo toda una fiera de mi cama, chocando el hombro de Emma diciendo a gritos que se va a vengar.
— ¡Como si te tuviera miedo, zorra portadora de clamidia!
— ¿Terminaste?—pregunto levantándome para colocarme la camisa y cerrar la puerta. Me cruzo de brazos y enmarco una ceja al verla tumbarse en mi cama
—Tengo demasiada tención sexual ¿Me ayudas?
— ¡¿Qué demonios?!
—Ves, eso le tenes que decir cuando ella se te tira, aparte, ¿Que intentábamos probar, si las mujeres te van?
—No se aun como te dije eso—murmuro negando con la cabeza— ¿Qué haces aquí?
—Fiesta.
—¿Qué?
—Hay una fiesta, así que tú y yo iremos.
—No creo que...
—Vamos Kevin, hace unos minutos te estabas por dejar violar por alguien adicta al sexo, aparte me debes esta por dos razones—la miro—, la primera es que te salve de la clamidia, y la segunda es que realmente tu cuerpo desea el de Tobías.
Desvió la mirada al sentir el intenso calor en mis mejillas por la razón dos, la cual me lleva a buscar algo sin sentido en la repisa de libros.
—Mírame, soy tu amiga, no te escondas—resoplo antes de mirarla y ver en su rostro algo aniñado una sonrisa pícara mientras me señala el libro que sostengo—. Es más lindo verlo en vivo y en directo que en papel.
— ¡Oh, dios! ¡Emma!—me sonrojo más al darme cuenta que tome un libro de órganos masculinos—. Tendrías que dedicarte a letras y no a medicina, casi te salió en rima.
—No, amo medicina como vos amas el cuerpo esculpido en mármol de Tobías—ríe—. Por cierto ¿Cómo va eso de salir del closet?
— ¿De qué va la fiesta?
— ¿Hasta cuándo vas a seguir adentro, Kevin?—no contesto—. Está bien, sé que no es fácil, pero solo tenes una vida, salvo que creas en la reencarnación algo que dudo. Pero el maldito punto es que le temes el ser señalado, déjame decirte que si te van a señalar, y te van a decir las peores cosas para destruiste.
»Lo más triste de todo esto, es que tú le des el poder de apocar tus sueños, tus deseas, tu vida. Tú eres el dueño de tu vida y si quieres ponerte una flor en el trasero y comerle la boca a cualquier hombre solo hazlo, deja de pensar en el mundo, piensa una vez en tu vida, en ti. Sal del maldito cascaron de protección que te has creado, porque tarde o temprano te van a lastimar y es hora de que alces la cabeza y lleves con orgullo lo que sos. Se libre de amar al que quieras. Mereces una felicidad del 100%, no una mezquina de 50%.
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LAS MEDIAS DE RED [+18]
Short StoryHola lectora. Si llegaste a este libro, he de ser por alguna razón: ¿Acaso fue la portada? ¿Acaso fueron las piernas? O ¿Simple la curiosidad de lo perverso y la necesidad de más? "LAS MEDIAS DE RED" es más que un título, son recopilaciones de pequ...