JiCheol ♡ Love yourself.

07

JiHoon había perdido la cuenta de las promesas rotas de SeYong y esta vez no fue la excepción.

Nada cambió.

Continuaron las agresiones, los gritos y las lágrimas que terminaban en disculpas a través de lindos ramos de flores que decoraban su escritorio pero la tormenta volvía antes de que ellas se marchitaran y el débil corazón de JiHoon se rompía cada vez con más facilidad.

—Ayer pedí una reunión en el ministerio de obras, ¿Podrías llamar para confirmar el día y la hora? —Pidió SeungCheol sentado en el sofá de su oficina mientras firmaba unos documentos.

—Es este viernes al mediodía —El omega revisó la agenda color rosa que sostenía en sus manos y el alfa levantó la cabeza mirándolo a los ojos —Llamé esta mañana —Su respuesta hizo sonreír a SeungCheol pero él posó su mirada en la herida de uno de sus dedos —¿Qué es eso?

—¿Qué? —Preguntó SeungCheol, levantó su mano y vio la herida, era pequeña pero seguía sangrando, esa mañana había tenido un accidente al preparar el desayuno —Oh.

JiHoon salió de la oficina y volvió a los pocos minutos después con un botiquín de primeros auxilios que mantenía en un cajón de su escritorio, se sentó frente al alfa a una distancia suficiente para tomar su mano, bajo la atenta mirada de SeungCheol limpió la sangre con delicadeza y rodeó el dedo índice con una bandita de estrellas.

—Mucho mejor —JiHoon elevó las comisuras de sus labios.

—G-Gracias —Tartamudeó SeungCheol sintiendo como su corazón latía con fuerza.

Ese día después de una visita de cortesía por parte Kim MinGyu comenzaron a revisar los errores en el contrato con los nuevos socios de Tailandia, era un extenso borrador que JiHoon se encargó de imprimir. El omega se sentó sobre un cojín frente a la mesa de cristal con sus notas adhesivas y marcadores de colores pasteles mientras que SeungCheol estaba del otro lado, sentado en el sofá, inclinado hacia adelante con las piernas separadas y los brazos apoyados en sus rodillas discutiendo los errores y posibles correcciones con su eficiente y adorable asistente.

A las nueve de la noche SeungCheol cerró el computador de JiHoon llamando su atención para encargar la cena.

—Perdón por tenerte en la oficina a estas horas —Se disculpó SeungCheol mirando a su asistente pero éste negó con la cabeza a la vez que apretaba los palillos con sus labios marcando los coquetos agujeros en sus mejillas.

—No se preocupe.

—Tu esposo debe detestarme.

—¿Por qué lo dice? —Preguntó confundido ladeando ligeramente la cabeza hacia su derecha.

—Porque debe extrañarte en casa —Respondió el mayor, él lo haría, demasiado, pero la realidad de JiHoon era muy diferente a la que imaginaba —Es el que siempre te trae flores, ¿Verdad?

—Sí —Su tono de voz se apagó y bajó la mirada la comida que tenía frente a él, tomó un trozo de carne y se lo llevó a la boca. SeungCheol había tenido el lindo detalle de comprar sus platos favoritos.

—¿Cuánto tiempo llevan casados? —Habló con curiosidad e inmediatamente se arrepintió por su indiscreción.

—Tres años —Contestó tranquilamente y soltó una risita cuando SeungCheol alzó las cejas sorprendido por su respuesta —¿Le asusta el compromiso?

—No —SeungCheol sonrió con timidez —Solo espero por la persona indicada.

JiHoon asintió, el alfa parecía ser el tipo de hombre que protegía y cuidaba a su corazón, no jugaba con él ni jugaba con otros. Buscaba una relación estable, un compromiso sincero y él no dudaba que pudiese encontrar a esa persona especial.

Las horas pasaron y las tenues luces de la oficina principal eran las únicas encendidas del edificio.

—Ya he revisado la cláusula número cinc... —SeungCheol se interrumpió a sí mismo al ver a JiHoon dormido, el pequeño omega estaba con los codos sobre la mesa y la cabeza apoyada en sus manos.

Dejó las hojas a un lado y sus orejas se enrojecieron al contemplar su belleza en silencio, su flequillo rosa perfectamente ordenado, las oscuras pestañas que descansaban sobre su tersa y pálida piel, el lunar bajo uno de sus ojos, sus delicadas manos y sus delgados labios los cuales formaban una de las curvas más atractivas que poseía.

Soñaba con sus labios.

Soñaba con acariciarlos y besarlos.

Rozar su sonrisa con la suya y en un susurro confesarle sus sentimientos.

JiHoon era su sueño.

—Hemos terminado por hoy —Dijo pasando una mano por el cabello de su nuca cuando JiHoon despertó, ordenó torpemente los documentos y algunos bolígrafos cayeron al suelo —¿Quieres que te lleve a casa?

—No, no es necesario —Negó rápidamente con la cabeza imaginando lo que sucedería si SeYong lo viese llegando en el vehículo de otro alfa —Llamaré a mi esposo.

—Oh, claro.

JiHoon tomó el móvil y marcó el número de SeYong deseando que contestara, llevaba aproximadamente una semana trabajando para una importante y exigente revista de modas que lo obligaba a realizar horas extras y probablemente a esa hora seguiría ocupado —Hola amor —Apenas habló SeungCheol desvió la mirada y el omega se levantó alejándose hacia los ventanales de cristal —¿Puedes venir por mí? Estoy en la compañía, sí, gracias.

SeungCheol se colocó la chaqueta de su traje y se dio la media vuelta encontrándose con JiHoon.

—Vendrá —Forzó una sonrisa, guardó algunos papeles dentro de su bolso y salieron del edificio, el alfa se subió en su automóvil, echó a andar el motor y bajó la ventanilla —Que tenga una linda noche, señor Choi.

—Igualmente —Le devolvió la sonrisa y aceleró pero no tardó en darse cuenta que había olvidado el móvil en la oficina, buscó una curva para regresar y vio a JiHoon corriendo hacia la parada de autobuses.