A veces SeungCheol se sentía solo en una casa tan grande, tenía un estilo moderno, elegante y a la vez cálido, con luz natural gracias a los enormes ventanales donde caían largas cortinas, el blanco predominaba al ser uno de sus colores favoritos pero tenía necesarios y delicados detalles en color beige como el mármol en la isla de la cocina y en dorado como los adornos y candelabros, también habían detalles de cristal como las lámparas que colgaban del techo y la barandilla de la escalera.
En una esquina junto a las plantas de interior había una silla colgante, con dos cojines y una manta donde solía trabajar los fines de semana.
La había diseñado minuciosamente pensando en algún día formar una familia, cuando se enamorara del omega indicando, a lo largo de su vida había tenido tres relaciones formales comenzando por su primer amor en el instituto el cual terminó al graduarse ya que el chico se mudaría a otra ciudad, después mantuvo una relación de cuatro años con un compañero de su salón en la universidad pero el interés poco a poco se fue perdiendo y finalmente había salido con un doctor que conoció en un importante evento social pero después de dos años llegaron a la conclusión de que nunca se enamoraron, seguían siendo amigos y a veces DoYoon iba a visitarlo.
Su corazón no había vuelto a latir por nadie hasta que JiHoon entró en su oficina para una programada entrevista de trabajo.
Sin embargo, sus descontrolados latidos cardíacos no fueron la razón para contratarlo.
JiHoon era un omega amable y carismático, trabajador, responsable y SeungCheol vio potencial en él, poseía una personalidad encantadora con la cual se había ganado el cariño y respeto de todos los trabajadores de la compañía y de los empresarios que buscaban diseños para sus proyectos, como el multimillonario Kim MinGyu que luego de escuchar las adorables razones que JiHoon le dio para trabajar con ellos accedió a firmar el contrato.
SeungCheol se había enamorado profundamente pero sus valores no le permitían entrometerse en un feliz y estable matrimonio.
Por lo que decidió amarlo en silencio, a una distancia profesional y quedarse allí.
El día domingo el alfa se levantó tan temprano como acostumbraba a hacerlo para preparar una tarta de frutas y pasar a comprar un ramo de rosas para el cumpleaños de su abuela paterna, después de 30 minutos conduciendo llegó a la casa donde vivió su infancia y adolescencia.
—Hola mamá —Saludó a la mujer que regaba las flores del jardín.
—Hola cariño —La señora Choi cerró la llave del agua y dejó un beso en la mejilla de su hijo, vio el ramo de flores que el pelinegro sostenía y lo miró a los ojos —Es para la hermosa cumpleañera pero... —SeungCheol enseñó la mano que escondía detrás de él ofreciéndole un ramo de tulipanes amarillos —También traje uno para ti.
—Muchas gracias —Ella lo recibió encantada.
—¿Dónde está mi abuelita? —Preguntó SeungCheol emocionado.
—En la cocina, está ayudando a tu papá a hacer galletas —Respondió la mujer —Ya sabes que le gusta supervisarlo —Rodó los ojos manteniendo una amplia sonrisa en sus labios.
SeungCheol rió, entró a la casa y se dejó envolver por la calidez de su antiguo hogar, siguió el delicioso aroma de las galletas de vainilla y llegó a la cocina.
—¿Alguien pidió a un nieto con flores y muchos obsequios a domicilio?
La anciana estaba sentada en el taburete, miró hacia atrás y sonrió de alegría —¡Cheollie! —Exclamó extendiendo los brazos como los tenía SeungCheol esperando por un abrazo.
—Feliz cumpleaños, traje esto para...-
—Déjalo, déjalo —Dijo la mujer de edad —Solo quiero abrazarte y asegurarme que estés bien, a ver, mírame —Colocó sus manos en las mejillas del alfa obligándolo a encorvarse hacia ella —Estás tan guapo como siempre.
—Y tú estás más hermosa —Elogió SeungCheol enseñando sus coquetos hoyuelos que su abuela pellizcó con ternura.
—No has desayunado, ¿Verdad? —Preguntó preocupada, el alfa negó con la cabeza y la mujer lo llevó hasta el taburete, lo hizo dejar los obsequios a un lado y comenzó a prepararle el mismo desayuno que le hacía de pequeño, hotcakes con caritas de animales y un vaso con leche.
Miró a su papá y lo saludó con una sonrisa, él era un alfa que se había retirado hace años de la compañía dejándola en las manos de su único hijo para vivir cómodamente con su esposa, en ese momento era una empresa prestigiosa pero con el tiempo SeungCheol se encargó de hacerla crecer ganándose su lugar y haciéndolo sentir orgulloso.
El esperado cumpleaños lo celebraron en la tarde, en familia, la señora Choi sacó unos gorritos de cumpleaños que cada integrante colocó sobre su cabeza y SeungCheol se encargó de los globos y serpentinas, habló con su padre escuchando sus certeros consejos sobre negocios y ayudó a su madre con la jardinería, también tuvo tiempo para estar con su abuela llenándose de su amor.
Pasaría la noche allí luego de que su abuela lo decidiera, así que salió al jardín con el móvil y marcó el número de JiHoon.
—¿Señor Choi? —El pelirosa contestó la llamada.
—Hola JiHoon —Las comisuras de sus labios temblaron al hablar —Perdón por llamarte a esta hora pero mañana llegaré tarde —Caminó por el césped mirando sus pies —También puedes hacerlo, estoy en casa de mis padres y mi abuelita quiere que desayune aquí.
—Oh, no se preocupe, ¿Le compró un lindo obsequio?
—Eso creo, aún no los abre —Sonrió y escuchó la suave risa de JiHoon a través de la línea telefónica.
—Seguramente porque quiso pasar todo el día con usted, ¿O estoy equivocado?
—No, no lo estás —Se detuvo en medio del jardín imaginando la preciosa carita de su asistente y sus ojos brillaron de emoción —Llega a las diez por favor.
—Está bien, que tenga una linda noche.
—Igualmente —Cerró los ojos y soltó un suspiro cuando JiHoon colgó la llamada.
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JiCheol ♡ Love yourself.
Fanfic➳ Written by GaabyKookie ♡ "Una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa sí es segura: cuando salgas de esa tormenta, no serás la...