➳ Written by GaabyKookie ♡
"Una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa sí es segura: cuando salgas de esa tormenta, no serás la...
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Definitivamente SeungKwan y JeongHan no esperaban encontrarse al estricto y perfeccionista arquitecto Choi SeungCheol horneando galletas en casa de su asistente, llevando un adorable delantal de cocina que evidentemente el menor había comprado para él, como tampoco esperaban presenciar la complicidad que existía entre ellos afuera de la oficina.
La felicidad que irradiaba JiHoon en sus ojos al mirar a SeungCheol.
La dulzura al hablarle y sonreírle.
Y su floral aroma que se intensificaba cuando SeungCheol lo miraba con amor.
—Buenos días —Saludó uno de los alfas encargados de la seguridad en la puerta principal de la compañía al ver a un adorable omega con un gorro de lana y un enorme pompón color blanco en su cabeza que combinaba con la bufanda alrededor de su cuello.
—Buenos días señor Kim —JiHoon esbozó una sonrisa y tomó la primera bolsita con galletas de la canasta que colgaba de su antebrazo —Esto es para usted.
—¿Qué? —Preguntó confundido recibiendo las galletas en forma de ositos dentro de un bonito envoltorio con un listón rosa.
—Es una muestra de agradecimiento por su gran labor —Respondió JiHoon marcando los hoyuelos en sus mejillas.
El señor Kim le sonrió enternecido —Las comeré en mi descanso, muchas gracias.
JiHoon asintió y entró al edificio para continuar con el reparto a la chica de recepción y a los empleados de finanzas, dejando las bolsitas con galletas en sus lugares de trabajo junto a notas adhesivas, también lo hizo en el ascensor al encontrarse con el gerente de recursos humanos, un hombre mayor y usualmente huraño que había caído ante la nobleza y ternura de JiHoon.
—Por favor sonría un poco más —Pidió el omega dándose la media vuelta al salir del ascensor.
—JiHoon —El gerente estiró el brazo para presionar el botón de su piso.
—¿Por mí? —Unió sus manos frente a él sosteniendo la canasta, el hombre mayor negó con la cabeza y no pudo evitar sonreír antes de que las metálicas puertas se cerraran.
En la reunión de la mañana hablaron de los proyectos concretados y los que estaban en construcción, discutieron acerca los nuevos materiales adquiridos y de los problemas que estaba presentando un terreno que no había sido estudiado correctamente, cuando el trabajador admitió su error hubo un silencio aterrador, SeungCheol movió el bolígrafo entre sus dedos, habló tranquilamente sobre una solución y al finalizar su voz no tembló para pedirle que abandonara la compañía.
—¿Anoche te hicieron muchas preguntas? —Preguntó el alfa saliendo de la sala de reuniones, refiriéndose a SeungKwan y JeongHan.
—Algunas —Contestó JiHoon llevando las carpetas contra su pecho —Pero todo se resumió a la harina que teníamos en la nariz.
