➳ Written by GaabyKookie ♡
"Una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa sí es segura: cuando salgas de esa tormenta, no serás la...
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Cuando la brillante luz del día iluminó la habitación de JiHoon el omega terminó de hacer el moño de su camisa y tomó su agenda acercándola a su pecho antes de salir del cuarto recorriendo los pasillos del hotel.
Colocó una de sus manos en la baranda de la larga escalera y una sonrisa se dibujó en su rostro al ver a SeungCheol al final de ella, esperándolo. El alfa lo miró y enseñó los coquetos hoyuelos en sus mejillas.
—¿Dormiste bien? —Preguntó SeungCheol en un tono dulce, el omega levantó la cabeza mirándolo a los ojos y asintió a la misma vez que bajaba el último escalón quedándose a su lado.
—Choi SeungCheol —Una conocida voz los interrumpió, miraron hacia la puerta principal y vieron a Daniel entrando junto a una hermosa mujer de cabello castaño y ondulado que llegaba hasta su cintura, ella llevaba un bonito vestido floreado —Y tú debes ser JiHoon.
—Encantado de conocerlos señor y señora Kang —Los saludó con una dulce sonrisa.
—Dejaremos a un lado formalidades, solo Daniel y JiHyo —La omega les dio la bienvenida con un cálido abrazo al igual que su esposo —Espero que hayan descansado.
—Señor Kang, los estamos esperando —Avisó uno de los empleados.
JiHoon alzó sus cejas sorprendido al llegar al restaurante favorito de JiHyo, era flotante, había que cruzar un puente de madera para llegar a él, amplio y con luz natural, rodeado de hermosas flores de colores que caían por los cristales. SeungCheol acomodó la silla para JiHoon y se sentó a su lado. Esa mañana los atendió un reconocido chef ofreciéndoles un delicioso y abundante desayuno.
Después de una interesante y agradable conversación Daniel y JiHyo les enseñaron las instalaciones del hotel, las cuales estaban preparadas para satisfacer las altas exigencias de sus huéspedes, contaban con 1.576 habitaciones, 9 restaurantes y cafeterías con diferentes temáticas, 25 albercas y terrazas, gimnasio, una cancha de tenis y también de golf, un salón de cine con 200 asientos y un casino.
Acabaron el recorrido en una de las atracciones más importantes de la arquitectura; las albercas de la zona norte, un espacio de relajación donde predominaba la elegancia con un toque de magia, estaban conectadas pero en diferentes niveles, con una alucinante vista al océano.
—Es el árbol de los deseos —Habló JiHyo mirando el sauce llorón que JiHoon observaba con curiosidad por las tarjetas de colores que colgaban de sus ramas —Una antigua tradición, solo debes escribir tu nombre y colgar el deseo en la rama más alta que puedas alcanzar.
—¿Y realmente sucede?
JiHyo asintió —Mi deseo se cumplió hace cinco años.
