Una Esposa Para El Príncipe (Book#2).

Capítulo 14.

-Gracias por cenar conmigo- dice Rita, horas después estaban en el hotel de nuevo.

-No, gracias a ti por invitarme la pase bien.

-Que tengas un buen viaje- Se le acerco le dio un beso en la mejilla y se fue.

Aquella mujer era bien divertida y hermosa pero el prefería mil veces a su esposa Mia que extrañaba cada día mas.

Al día siguiente, Mia estaba despidiendo a Julieta que iba al colegio. Cuando vio que otro carro entraba al castillo y se detuvo enfrente de ella.

-Buenos días, Princesa Mia- se bajo Christian del auto y camino hacia el castillo.

-Buenos días, Christian. Pase por favor- ambos entraron, fueron directo al jardín- hace un día hermoso no le parece.

-Si, precioso ¿Matthew aún no llega?

-No, me llamo hace rato desde el avión dijo que llegaba dentro de unas dos horas.

-Bien así tengo más  tiempo a solas contigo- al ver la cara de confusión de Mia, se echo a reír-  Me refiero para poder hablar del proyecto de las escuelas.

-Claro, tengo los planos de los terrenos, donde comenzarían a construir las escuelas. Si quieres voy rápido y los busco.

-Aquí te espero.

Mia entro de nuevo en el castillo, cuando vio aun hombre quitándose el abrió negro y los guantes del mismo color se los daba al sirviente.

-¡Matt!- dijo con tanta alegría que corrió abrazarlo.

-Mi amor- después de abrazarla y le dio un enorme beso en sus labios- te extrañe mucho.

-Yo a ti, pensé que venias dentro de dos horas.

-Quería darte una sorpresa- besándola de nuevo- ¿Cómo has estado?

-Bien, aunque he estado ocupada con el proyecto de las escuelas.

-Me alegro mucho, ves que haces un papel excelente como princesa.

-No es fácil, pero lo estoy manejando bien.

- Y ¿mi hija?

-En el colegio se acaba de ir.

-Será mas tarde que la vea.

-Ah, se me olvida en el salón principal esta el duque Christian.

-¿En serio? hace tiempo que no lo veía.

-Llego ayer de sorpresa, diciéndome que quería ayudarme con las fundaciones.

Entraron en el salón.

-Por fin, Matthew- Christian se levanto y le dio un abrazo a su amigo.

-Así que volviste, pensé que te quedarías allá en Alemania.

-Si, pero a veces te pega la nostalgia de regresar a tus raíces y aquí ves además tengo una misión ayudar a tu esposa.

-Gracias.

-Me imagino que quieren estar a solas, yo regreso no se tal vez mañana para que hablemos de los planes.

-Me parece bien, fue un gusto verte de nuevo.

-Lo mismo digo, Christian.

- Y ¿ahora que hacemos?- le pregunto Mia después que Christian se fuera.

-¿Tu que crees?-abrazando por la cintura, darle un beso en el cuello.

-Nos verán los empleados. - Dice sonriendo.