Capítulo 29.

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Mia manejaba nerviosa no sabia donde estaba, se detuvo aun lado de la carretera cuando vio una casa a lo lejos, bajo a las niñas del auto con Leah en brazos y Julieta caminando a su lado, fue hasta la casa y toco la puerta con desesperación.

-Ya voy, ya voy no me tumben la puerta- se escucho una voz de mujer al otro lado- ¿Qué desea?- dijo, era una anciana noto Mia pero no abrió la puerta del todo tal vez por desconfianza.

-Necesito un teléfono por favor es urgente- La anciana la miro de arriba abajo, la bebé que tenia en brazos y a la que estaba a su lado mirándola con curiosidad también.

-Si, pasen- abrió del todo la puerta- pase, Alteza es bienvenida en mi casa.

-¿Sabe quien soy?- evidentemente aliviada que la conociera.

-Claro que si, soy muy fiel a la familia real pero ¿que le paso?- mirando su vestido ensangrentado se sorprendió de verla así.

-Es una historia muy larga, necesito llamar al castillo para que venga a buscarnos.

-Claro, aquí tiene- entregándole el teléfono- ¿y tu, linda? ¿Quieres algo de beber?- le pregunto a Julieta, que miraba curiosa la colección de gatitos de porcelana que tenia sobre una repisa.

-Si, gracias- dijo educadamente la niña, la anciana le sonrío y fue a la cocina.

Mia marco el número de teléfono.

-Por favor comunícame con Román, soy Mia.

Román entro corriendo al salón donde estaba Matthew con el teléfono en mano.

-Es Mia.

-¿Qué?-tomo el teléfono- ¿mi amor, eres tu? - Aliviado de saber que ella esta bien.

-¿Matthew? Estas vivo, lo sabia- dijo emocionada- gracias al cielo que estas vivo.

-Mi vida no sabes lo feliz que me hace escucharte ¿Dónde están? ¿ese imbécil les hizo algo?

-No, estamos bien. Logre escapar pero no se donde estamos no conozco este lugar. - Dice desesperada.

-Hay alguien allí, a quien puedas preguntarle?

-Si, espera- la anciana le entro un vaso de ponche de frutas a Julieta- ¿Cómo se llama este lugar?

Le dijo la dirección exacta y Mia se lo dijo a Matthew.

-Ese lugar queda muy lejos, son como a 3 horas en carretera.

- Matt, tienes que venir creo que Frank me estaba siguiendo y si me encuentra me va a matar, lo apuñale para poder escapar. - Dice al borde de las lágrimas aun seguía muy asustada.

-Tranquila, mi amor voy a ir a buscarlas, ya tenemos preparado el helicóptero llegaremos en media hora te lo prometo.- Tratando de tranquilizarla.

-Aquí te espero, te...- iba a decirle "te amo" pero se corto la llamada en realidad se había ido la luz.

-¿Mia? ¿hola?- solo se escuchaba el pitido del teléfono- Vamos de una vez, temo por la vida de ellas. - Dice preocupado mientras tomaba su chaqueta para salir junto a Roman.

*

-Se fue la luz, iré por unas velas- dijo la anciana- por cierto me llamo Doris.

-Un placer Doris, gracias por prestarme su teléfono ¿le molesta que nos quedemos aquí, hasta que mi esposo venga a buscarnos?

-Por supuesto que no.

En ese momento, vieron que un auto se estacionaba en la entrada, Mia contuvo la respiración no podía ser Matthew si apenas le había informado donde estaba entonces debía ser Frank.

-Oh Dios- llevándose la mano al corazón, cuando lo vio bajarse del auto con sangre en la ropa- Doris, por favor llévate a las niñas a una habitación y cierre con llave por nada del mundo salga de ahí.

- Pero ¿que pasa?

-Por favor hágalo- fue cuando escuchar un fuerte golpe en la puerta.

-Se que estas ahí- grito Frank claramente furioso- eres tan estúpida, déjate el auto en plena carretera.

Doris hizo lo que pidió Mia, mientras ella corría a la cocina y tomaba uno de los cuchillos que pudo ver en la mesa, subió al segundo piso de la cocina se escondió, escucho algo romperse seguramente una ventana, después pasos y mas pasos, luego el rechinido de las escaleras, Mia estaba tan asustada no se escucho ningún ruido, tal vez se había ido, ella se asomo por la puerta pero cuando lo hizo sintió un fuerte golpe en la cabeza tumbándola en el piso, adolorida pudo colocarse de pie.

-¡Vas a pagar por lo que me hiciste!- señalando el lugar donde lo había apuñalado.

-¡Aléjate de mi!- corrió hacia el borde de las escaleras.

-¡Voy a encontrar a tus hijas y las matare delante de ti!- sacando un arma de su bolsillo y la apunto.

-¡No!- le grito, saco el cuchillo para darle pero Frank fue mas rápido, la agarro de los brazos sacudiéndola con fuerza  pero tanto el forcejeo que ambos cayeron por las escaleras.

Mia estaba en el piso, vio el arma y quiso tomarla a pesar que le dolía el tobillo. Frank no podía ponerse de pie se había lastimado el hombro pero vio las intenciones de Mia y  la tomo de la pierna.

-¡Suéltame!- dijo ella, tratando de soltarse cuando lo hizo tomo el arma y le apunto.

-No eres capaz- le dijo Frank sin despegar sus ojos azules de ella- no serias capaz de dispararme.

-Yo no estaría tan seguro, no te tengo miedo. - Grito apretando mas el arma entre sus manos.

-Eres una estúpida pero ya veras lo que voy a hacerte. - Dice amenazándola dando un paso hacia a ella.

-¡Vete al infierno!- le disparo sin pensarlo dos veces, Frank cayo al suelo no se movía, Mia soltó el arma y se echo a llorar.

Se escucharon las sirenas a los lejos y cada vez mas cerca.

-¿Mia?- aquella voz la reconocía perfectamente, miro hacia a la puerta vio a  Matthew y corrió abrazarlo.

- Matt estas aquí- llorando en los brazos de su esposo.

-Te dije que vendría-  Acariciando su espalda consolándola ella estaba temblando todavía- ¿estas bien?

-Si, pero tuve que hacerlo no había otra opción- Matthew miro el cuerpo de Frank en el piso, uno de los policía toco su pulso, negó con la cabeza confirmando que no esta respirando.

-Lo se, mi amor- besándola con ternura- ¿Dónde están las niñas?

-Escondidas, fue horrible pensé que iba a matarnos- lo volvió abrazarlo.

-Ya estas a salvo, cariño. Ya nadie podrá hacerte daño de nuevo, te amo tanto Mia.

Una Esposa Para El Príncipe (Book#2).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora