Capítulo 23.

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Pablo estaba destrozado e igual la familia de Helen que lloraban enfrente del féretro, en el cementerio estaban todos los amigos de ella, Mia  y Matthew también se encontraban allí y Christian los acompañaba.

-Mi más sentido pésame, Pablo- le dijo Matthew mientras lo abrazaba.

-Aun no puedo creer que se haya ido, ni siquiera estuve con ella cuando paso nunca me lo voy a perdonar- aun llorando- Me dijo que vendría a Villa Hermosa hablar contigo y yo le dije que no podía acompañarla porque tenia mucho trabajo, si le fuera dicho que si. Quizás ella estaría viva.

-No te sigas martirices más, Pablo no es culpa tuya.

-Cuando sepa quien la mato...Va a pagar con su vida- dijo furioso. - Me quitaron a mi esposa, la amaba tanto y no volveré a verla. - Matthew siguió consolando a su amigo, ni siquiera podía imaginar el dolor que estaba sintiendo, de solo pensar que algún día pudiera perder a Mia, le dolía el corazón porque ella era su vida, sin ella nada valdría la pena y no quería perderla por segunda vez.

Después del entierro, Christian acompaño a Mia  hasta la camioneta que los esperaba, Matthew  se despedía de los padres de Helen.

-Que triste todo esto.

-Si, una chica tan joven llena de vida y que muera esas terrible circunstancia.

-Así es, aun estoy impactada. Nadie esta seguro.

-¿Por qué lo dices?

-Por nada, solo digo que la delincuencia esta en todos lados- no podía decirle a Christian que Frank estaba vivo, Matthew le había pedido que nadie se lo contara.

-Eso es verdad.

-Bueno mejor vámonos al castillo, ya hemos estado muy lejos de nuestras hijas- dijo Matthew acercándose a ellos, no le gusta ver a Christian tan cerca de su esposa.

-Tienes razón, extraño a las niñas.

-Yo tengo que quedarme, tal vez vaya a la recepción que se hará en memoria de Helen.

-¿De donde la conocías?- le pregunto Matthew con curiosidad.

-Hace años. - Encogiéndose de hombros.

-¿De verdad? Ella nunca me lo dijo. - Frunciendo el ceño.

-Pues solo fueron unas breves conversaciones nada importante- le explico Christian- entonces nos vemos después- Le dio una palmada en el hombro y luego se alejo para irse a su hotel a descansar.

La familia real Bomer se fueron del cementerio luego de despedirse de todos cuando le dieron sepultura al cuerpo de Helen.

Una semana después, no se encontraron pista sobre el asesino de Helen.

Matthew estaba hablando con Dominic por teléfono.

-Así que crees que fue Frank que la mato?- le pregunto Dominic.

-Si, estoy casi seguro que es así. Tal vez ella lo vio y quiso advertirme.

-Pobre Helen, que muerte tan espantosa tienes que tener mucho cuidado en especial Mia ya sabes que él esta obsesionado con ella.

-Lo se, no la dejare ni a luz ni sombra no apartaré de su lado, si tuvo la osadía de matar a Helen eso quiere decir que esta preparando algo peor.- Pensó disgustado.

-Pienso lo mismo, porque no traes a Mia y a las niñas un tiempo a Francia, aquí en mi casa son bien recibidas.

-Gracias, Dominic lo pensare.

*

-No quiero irme a Francia- dijo Mia, tiempo después cuando le comento la idea de Dominic.

-Solo serán unos días mientras todo se calma.

-Si tu vienes con nosotras, entonces iré no voy a dejarte aquí. - Dice asustada.

-Por favor,  Mia allá estarán más seguras. - Abrazándola y besando su cabeza con ternura.

-No te dejare solo, Matt. No quiero- besándolo en los labios- no puedo, no me obligues.

-Mi gente esta trabajando día y noche para atrapar a Frank pero es como si fuera un fantasma porque nunca deja pista de su paradero.

-Con más razón deberías venir con nosotras.

-No puedo Mia, mañana mismo se marchan a Francia ya tengo todo preparado- le dio un beso en la mejilla y salio de la sala.

*

-¿Te vas?- le pregunto Christian sorprendido, al día siguiente Mia le comento de sus planes.

-Si, esta noche me voy a Francia.

-¿Por qué?

-Es que... No puedo decírtelo.

-Vamos Mia, somos amigos ¿no?

-Si tienes razón, lo que pasa es que Frank esta vivo.

¿Qué?- Atónito de saber que Frank esta vivo- ¿saben donde pueda estar?- pregunto con interés.

-No se,  Matthew no quiere decirme mucho, no quiere que me preocupe.

-Por supuesto.

Matthew estaba caminando por establos, cuando se encontró a Christian acariciando a uno de los caballos.

-¿Damos un paseo? Como los viejos tiempos. - Sonríe.

-Claro-  Matthew se subió a Trueno, un caballo negro azabache un poco rebelde- quiero hacerte una pregunta.

-¿Cuál es?- mientras trotaban por el campo.

-¿Qué sientes por mi esposa?

-¿Por qué me preguntas eso?

-He visto como la miras ¿te gusta? ¿Estas enamorado de ella? - Dijo con recelo apretando su mandíbula.

-Claro que no- mintió- Es tu mujer y la respeto, sácate esas ideas de la cabeza ¿una carrera hasta el lago?

-Si gano, me dices la verdad- apostó Matthew.

-Como quieras-  Al comenzar la carrera, Matthew llevaba la delantera pero Christian logro rebasarlo y llegar primero al lago espero unos largos minutos nada que Matthew llegaba, decidió regresar al establo y se encontró a Rogelio el capataz.

-¿Has visto a Matthew?- le pregunto sin querer preocuparse.

-No, duque no he visto a su alteza por aquí.

-¿Ese no es su caballo trueno?- pregunto Christian bajándose del suyo.

Rogelio corrió hacia el animal no traía su silla y estaba agitado.

- Tranquilo bonito- acariciándolo.

-¿Dónde esta Matt? ¿Será que le paso algo?- Ahora si esta preocupado que su amigo no haya regresado- No trae la silla, tal vez se cayo.

-Es poco posible, su alteza es excelente jinete pero por las dudas llamare algunos hombres para que vayan a buscarlo.

Mia estaba peinando el cabello a Julieta mientras miraba de reojo a Leah que jugaba con su sonaja dentro de su cuna, fue cuando sintió un palpito que no le gusto nada como si algo hubiera pasado solo esperaba que no fuera un mal presagió.

Una Esposa Para El Príncipe (Book#2).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora