Mi Alfa Vikingo.

Final.

Al dar comienzo a la pelea, ambos esperaron un par de segundos.
Se analizaban, como siempre lo hacían.

Habían luchado por tantos años que se conocían sus movimientos a la perfección, no pudiendo estar un pie más adelante que el otro.

Habían comenzado a entrenar juntos cuando simplemente eran unos niños, pasaban toda la tarde entre espadas de madera mientras sus padres trabajaban en la granja.

Hijos de granjeros peleando por el puesto de un rey, eso eran. Siempre lo habían sido.

Ragnar actuó primero, acompañando su ataque con un grito ronco. Rollo se cubrió con el escudo antes de que el hacha llegase a su cuerpo, aprovechando la proximidad para patear con fuerzas la rodilla de su hermano.

El actual rey re hizo hacia atrás rápidamente, llevándose sus armas consigo, ocultando la mueca de dolor.

El castaño avanzó con rapidez, queriendo aprovechar la postura coja de su hermano para tirarlo al suelo.

El ojiazul golpeó su escudo con fuerza contra la cabeza del menor, quien siquiera había podido llegar a su cuerpo. Cuando Rollo pensó en seguir con su plan, fue golpeado rudamente en el rostro con la base del hacha, logrando que su nariz comenzara a sangrar.

Athelstan, quien veía todo con una gigante amargura, notó lo que sucedía. Ragnar no quería matar a Rollo. Si lo quisiera hacer, ya el menor estaría rendido en el piso ya que en los pocos encuentros físicos que iba teniendo la recién comenzada pelea, el rubio había utilizado las partes menos mortales de sus armas, sin hacer mucho daño realmente.

Rollo gruñó con rabia, recuperando el equilibrio. Vio cómo Ragnar se deshacía de su escudo, tirándolo al suelo. Su orgullo le obligó a hacer lo mismo, quedando simplemente con la liviana hacha en mano.

Poco tardaron en volver a los ataques, donde utilizaban la propia arma como escudo en ocasiones.

El sudor ya había comenzado a caer por sus frentes, recorriendo desde sus sienes hasta la curvatura de sus cuellos, donde era absorbido por sus prendas de ropa.

En cada movimiento Ragnar sentía sus músculos doler, el descanso había sido nulo tras la búsqueda de su omega y en aquél momento le estaba perjudicando.

El público gritaba para animar el coraje de quienes apoyaban. El olor y ruido de la situación se había convertido en una sensación abrumadora.

El hacha de Rollo se rompió cuando golpeó con fuerzas contra el metal de la de su hermano mayor, deshaciéndose por completo el área del filo.

Ragnar tiró la suya al suelo luego de ver aquello, siendo seguido por el castaño.

Ambos con respiraciones agitadas se vieron fijamente mientras mantenían sus manos alzadas para poder recibir el segundo arma.

Una espada fue depositada en ellas.

El choque de espadas se escuchó al momento. Con todas sus fuerzas intentaban llegar al cuerpo del otro, para poder causar un daño real.

El mayor de los Lothbrok se movía con dificultad de un lado a otro con su pierna coja, esquivando los intentos de su hermano por atravesarle con la espada.

Poco le duró el esfuerzo ya que, cuando se había agachado, prediciendo el ataque del menor, éste le sorprendió, clavándole la hoja de la espada en el hombro.

El público calló rápidamente. El sonido se había detenido en aquél momento, como si todo estuviera muerto.

Ragnar se halló sin aire, aún en su postura gacha. Miró al suelo e intentó con todas sus fuerzas no caer. No podía hacerlo, él era el rey.