Capítulo 6

1K 97 18
                                    

[2 años atrás]

—¿Y que tal todo con el Duko? —preguntó Mauro, alzando las cejas sugestivamente, acompañando aquello con una sonrisa pícara, que logró sacarle un sonrojo a Paulo.

—Ya sabes, como siempre... —respondió el rubio con un suspiro, a lo que Mauro quitó su sonrisa, mirándolo con cierta lástima— A veces creo que tengo chance, pero son solo ilusiones. Justo me tiene que gustar la persona más heterosexual...

—No creo que sea tan hetero como pensas, eh.

—¿Como estas seguro de eso? —preguntó Londra sarcásticamente.

—Intuición. —bromeó.

—¿Y como está tu mamá? —preguntó Paulo, cambiando de tema, acomodándose mejor sobre la cama del menor.

Ese día Paulo se había quedado a dormir en la casa de Lit, lo que se había vuelto bastante normal desde que internaron a su madre.

—Anda mejor. Los medicamentos hacen efecto —respondió con una sonrisa—. Por suerte me dieron un adelanto en el trabajo. —finalizó, encogiéndose de hombros.

—Me alegro. Estaba pensando si queres en acompañarte un día de estos a verla. —propuso.

—Me encantaría. Además me dijo que te extraña —bufó, rodando los ojos—. Creo que te quiere más a vos que a mí. Te alaba tu sonrisa esa de gil todo el rato.

—No es mi culpa que tu mamá sepa apreciar las cosas realmente hermosas. —se mofó.

—Bueeeeh, el señor humildad ha hablado. —dramatizó Lit.

Ambos rieron y charlaron un poco más, antes de que Paulo se fuera a su casa, ya que sus padres lo habían llamado.

Estaba a medio camino de su casa cuando se dio cuenta que había olvidado las llaves y la billetera. Bufó, avisándole a su mamá que tardaría un poco más, y volvió para la casa de Lit. Estaba ya atardeciendo, probablemente llegaría a su casa de noche, pero por suerte ninguno de los dos vivía en un barrio muy problemático.

Finalmente llegó a la casa de Lit, y aprovechó el descuido de su amigo de no haber cerrado bien la puerta para asustarlo, y de paso darle un sermón.

Subió silenciosamente las escaleras, pero se detuvo al ya estar cerca.

Escuchaba sonidos.

Se preocupó. Después de todo la puerta había quedado abierta, no sabía si alguien había entrado.

Se acercó sigilosamente y abrió ligeramente, agradeciendo que no hiciera ruido.

Pero deseó con toda su alma no haberse olvidado sus cosas ahí.

Por la puerta entreabierta pudo ver a Duki y a Lit, en la cama.

Lit tenía puesta solo una playera holgada, y estaba acomodado sobre el regazo de Duki, como niño al que le están por dar unas nalgadas de castigo.

—¿Entonces? —preguntó Lombardo, masajeando suavemente los glúteos del menor.

—¿Entonces qué? —preguntó Lit a la defensiva, y Paulo pudo notar que tenía las manos esposadas.

—Respuesta incorrecta —tras decir eso, le dio una nalgada al menor, que gimió alto—. ¿Vas a cumplir todo lo que te digo o tengo que seguir? —cuestionó, dando una nalgada, que por la reacción de Lit, pareció ser más fuerte.

Paulo quería pensar que Lit estaba siendo forzado, pero pudo ver su miembro erecto.

No quería seguir viendo, pero aún así lo hizo.

S.L.U.T. [Litcko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora