Capítulo 13

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[1 semana después]

Pov. Mauro

—¿Te pinta venir a dormir a casa? —pregunté, sentándome en uno de los sillones del boliche, mirando a Mati mientras le daba un sorbo a mi fernet.

—Me re pinta. Además queda cerca y así no tengo que manejar. —respondió él, quitándole el trago a Dam para tomar, a lo que yo reí mientras observaba la cara de culo de Dam, que fue a la barra a buscar otra bebida.

—Pero son como 8 cuadras caminando eh —advertí—. Si te caes estando borracho, cosa tuya. —aclaré, a lo que el rio.

Seguimos charlando, hasta que recibió una llamada.

—Eu, ya vuelvo. —me avisó, a lo que yo asentí mientras lo observaba ir hacia la salida, cruzando la pista de baile.

Solté todo el aire retenido, tirándome contra el respaldo del sillón, dándole un profundo trago al fernet, mirando un punto fijo.

—No le dijiste todavía, ¿No? —preguntó Valen, llegando de repente al lado mío, algo bastante normal en él.

—Olvidate que tenes toda la razón. No sabía que además de cantante y actor eras adivino.

—Te olvidaste de freestyler.

—Boeh... —viré los ojos— ¿Como te diste cuenta que no le dije? ¿Lo viste en la bola de cristal o te lo dijeron las cartas de tauro?

—Las cartas del Tarot pelotudo —corrigió, a lo que viré los ojos—. Y fácil, no se estaban comiendo a besos ni estabas buscando alguien con quien coger.

—Boeh, no sabía que también eras psicólogo. Te falta arquitectura nomás gil.

—Estoy en el último año de esa —respondió con una risa, haciéndome virar los ojos nuevamente—. Dale, decile de una vez que... —la vibración de su celular lo interrumpió. Lo sacó y leyó el mensaje. Su cara cambió por completo.

—Eu, ¿Todo bien? —pregunté.

—Si, si... —respondió, distraído, respondiendo el mensaje— Pero me tengo que ir —agregó, guardando el celular—. Y vos anda a decirle al trolo ese que te gusta. —me dijo, dándome un beso en la mejilla y yéndose rápidamente, dejándome con la palabra en la boca.

Bufé, mirando lo que quedaba en mi vaso de fernet, pensando en qué hacer.

Me relamí los labios.

No quería perder la amistad de Mati.

Aunque no creía que solo por decirle que me gusta, él dejara de ser mi amigo, pero si que las cosas serían incómodas si él no me correspondía.

Hice una mueca.

Bueno, cualquier cosa podía fingir haber estado borracho y no recordarlo, ¿No?

Tomando eso como un aliento, me bajé lo que me quedaba del fernet y me levanté para ir a buscar a Matías.

Fui primero a la puerta, saliendo un toque para ver si estaba ahí hablando, pero no, por lo que supuse que había entrado.

Volví adentro y empecé a buscarlo, pasando entre la gente que bailaba, pegados entre ellos. Suspiré, tratando de no impacientarme e ignorar las manos desconocidas tocándome por accidente mientras pasaba.

Hasta que lo encontré.

Pero desearía no haberlo encontrado.

El estaba con una chica, la tenía prácticamente acorralada contra la pared.

S.L.U.T. [Litcko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora