vampire; hyunin

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Hyunjin había mejorado bastante en los entrenamientos, cada vez se volvía más fuerte. Taeyong estaba muy orgulloso de él, no esperaba menos del heredero. El azabache ya podía manipular ocultando el color de sus ojos y también mejoró un montón en la velocidad de su vuelo. Ahora mismo, un grupo de vampiros se encontraban practicando en uno de los jardines del castillo.

－Esto es demasiado difícil. －dijo exhausto.

－Usted puede, joven Hwang. －el chico con apariencia de un conejo le animó.－Solo una vez más...

Y claro que lo volvió a intentar, pero estar invisible por más de cinco minutos era realmente agotador, con la justa podía llegar a los tres exacto.

Este poder consistía en gran parte el estado mental, debías tener una fuerza de tu subconsciente increíble para lograrlo y también mucha fuerza de voluntad para seguir intentándolo ya que gastaba demasiada energía.

－¡Hendery, hijo de puta! ¡Devuélveme mis alitas de murciélago o te clavaré una maldita estaca! －gritó un chico de gruesas cejas.

－¡A ver si me alcanzas! －rio, escapando de su amigo.

－Discúlpelos, joven Hwang. －dijo un peliazul.－Yo me haré cargo.

Kun desapareció rápidamente de sus vistas para perseguir a los dos causantes de todos los gritos, ellos eran un desastre juntos. Luego, un chico de lindos hoyuelos se acercó al heredero.

－Joven Hwang, respire profundo y vuelva a intentarlo, no se estrese.

－Dejen de llamarme de esa manera... de verdad es muy extraño.

－Cuando tome el mando todos lo llamarán así. －añadió Taeyong.

－Pero por ahora no, así que díganme Hyunjin o... ¿debo usar la hipnosis para que me hagan caso? －rio recordando lo que pasó con Johnny.

El futuro líder volvió a intentarlo sin mucho éxito, hasta había durado menos tiempo. Este entrenamiento lo han ido practicando hace cuatro días y aún se le resultaba difícil. Taeyong al ver el rostro frustrado de Hyunjin, se le ocurrió una idea.

－Si no logras más de ocho minutos, no saldrás con Jeongin. －Hwang lo miró incrédulo mientras los otros dos vampiros reían sabiendo de quien se trataba.

Desde hace unas semanas, Jeongin y Hyunjin habían empezado a salir más seguido, claramente con la ayuda de Jisung y Minho de por medio. A veces ellos planeaban las salidas y luego terminaban dejando a los dos solos, pero últimamente, Hyunjin iba a recoger al menor a su casa para ir al centro comercial o a la plaza a caminar y así distraerse un rato. Cada vez su relación se volvía más cercana hasta al punto de llegar a las demostraciones de afecto en público.

Aún no le había dicho nada al castaño de lo que en realidad era, tal vez lo haría después. Solo esperaba que se lo tomara de la mejor manera y no recibiera ni un desprecio o alejamiento.

Respecto a lo de ser el heredero, tampoco ni uno de sus amigos se había enterado sobre eso, aún tenía tiempo de pensar en cómo decírselos.

－No puedes hacer eso.

－Oh, claro que puedo. Su padre me dejó a cargo de usted así que por ahora, debe obedecerme. －Hyunjin bufó, tenía razón.

Taeyong sonrió internamente, ahora comprobaría lo que pasaba por su cabeza. ¿A qué tanto llegaría Hyunjin por Jeongin? La verdad, creía capaz de que lograría cualquier cosa por él.

－Entonces lo haré. －dijo seguro.

El pelinegro se preparó mentalmente, tomó una gran bocanada de aire y desapareció de la vista de las tres personas que estaban en el jardín. Doyoung miró a Taeyong curioso, sabiendo que algo pasaba por la cabeza de su amigo pelirrojo.